La Córdoba que está por venir durante el próximo mandato

El Ayuntamiento ha finalizado sus deberes y ha puesto en manos de Defensa las 85 hectáreas con todos los parabienes urbanísticos y un total de 25 millones de euros más otros pocos para la urbanización de todo el sector, con el compromiso de la Junta de Andalucía de poner 100 millones y descontar los 351 millones de coste total para los que aún no se conoce la partida específica del Ejecutivo central. Sea como fuere, el Ayuntamiento deberá quitarse el mono y ponerse el traje para traer todo el potencial de nuevas empresas posible y multiplicar el impacto indirecto con el tejido productivo local. La parte más compleja. Sin olvidar el impulso a las 100 hectáreas limítrofes que servirán de gran parque logístico auxiliar.

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Se hablará mucho, pues, de logística, el argumento central de una nueva (vieja) estrategia más plausible que en tiempos pretéritos. Tendrá que hablarse del Álamo, incluso de la reserva de territorio frontal a este punto en la que Vialmar quiso un día desarrollar un centro logístico para El Corte Inglés (luego llegó la crisis financiera de 2008). El Higuerón completará la tercera fase intermodal de su parque logístico, con la insuficiencia del ramal central ferroviario del corredor mediterráneo, la auténtica clave de bóveda para que la gran apuesta de este sector en Córdoba cobre todo el sentido.

Seguirá latente el problema del Casco, uno de los más grandes de Europa, y la habitabilidad del mismo. Cambios urbanísticos que urgen para que no emprenda un camino sin retorno hacia la despoblación más absoluta -ha sido un tema casi desaparecido de la campaña electoral-. Vivienda, placas solares, accesibilidad, son algunas claves en este sentido.

Pero también se hablará mucho de sostenibilidad, medio ambiente, calor, sombras en una ciudad que bate récords de temperaturas extremas y que debe replantearse muy en serio todo lo concerniente a ello. Llegará el tanque de tormentas del Balcón del Guadalquivir, más parques como Arruzafilla y los de borde de Ronda y la mejora del ciclo del agua para la Sierra.

De nuevos y viejos barrios en diferente posición de la balanza. Unos suben, otros bajan, y urgen un plan de cura y conservación para no generar fallas y círculos vacíos en el anillo del núcleo urbano. Porque la población de Córdoba no crece de manera llamativa, si no que sus habitantes salen a la periferia o las nuevas zonas residenciales situadas, por el momento, en Poniente, vaciando el corazón.

Es ese otro reto, el de sellar los grandes huecos de expansión, y en Levante se vislumbra uno muy amplio que debe dar ya los pasos más firmes que salten del papel a la realidad. Fátima es un ejemplo de ello, el barrio lindero con la N-432 y el límite este y su continuidad hacia el campus de Rabanales. Primero ocupando el espacio interior que dejó la prisión. Luego con la finalización del pulmón verde que encara su última fase. Sin olvidar la parada del Cercanías que se hará en Valdeolleros y que tuvo una alternativa en esta zona.

Pero lo más importante es la planificación urbanística de una de las grandes bolsas de suelo del PGOU de 2001: la Ciudad de Levante. Miles de viviendas para un nuevo barrio que estreche las manos del campus y reintegre el polo industrial de Las Quemadas y quien sabe si un revitalizado parque tecnológico Rabanales 21. Una operación promotora con varios novios (definidos y en la sombra) y a largo plazo.

Las grúas inmobiliarias han volcado este tiempo atrás a Córdoba hacia Poniente. Incluso ya conocemos el primer dibujo oficial del gran barrio de 6.800 viviendas que terminará de cerrar el cinturón hacia el río desde Nuevo Poniente y Zoco hasta traspasada la N-437 del Aeropuerto hacia la margen derecha del Guadalquivir. Un plan residencial que llevará años, pero que si la crisis no lo impide comenzará a quemar trámites. En todos estos nuevos barrios se abre otra disyuntiva: servicios (limpieza, bus), equipamientos,...

Sin embargo, el foco también se retrotraerá hacia barrios fronterizos con esa expansión y que sufren ya notables problemas en sus edificios, en la falta de renovación de residentes, en el desgaste urbanístico sobre los que se volcarán muchos fondos europeos de este pasado mandato. Ya en marcha Santuario, vendrá después el Parque Figueroa y una primera toma de contacto en inmuebles de la parte oriental de Ciudad Jardín, el barrio al que tantas cosas se le han prometido durante tantas elecciones -sirva como epítome el aparcamiento de la plaza de toros-.

Las parcelaciones completan el círculo habitacional de una urbe con el segundo término municipal más grande de España (tras Jerez de la Frontera). Tras la llegada de la nueva legislación autonómica sobre urbanismo (Lista) y la puesta en marcha de su reglamento urbanístico, la dotación de servicios abre puertas a las reivindicaciones de décadas de miles de cordobeses, que siguen dando pequeños pasos en el bosque de trámites y costes para alcanzar la regularización, aún en fase inicial.

La Córdoba que está por venir en el próximo mandato seguirá necesitando el apoyo de otras administraciones. Relegada en los ranking, le pesa demasiado la demora en actuaciones que vienen de muy atrás y cuya no materialización lastra las posibilidades de la ciudad. Aún así, los próximos cuatro años han de ver cómo se completa la reforma de la Ronda del Marrubial, una arteria clave en el anillo perimetral del Casco, y también la Ronda Norte, proyecto que deberá acometer la Junta y siempre complejo por la herida que abre en el noreste de la ciudad, pero determinante para zanjar la circunvalación incompleta. Al menos en su primer tramo hasta la glorieta del centro comercial La Sierra y de ahí al proyecto que terminará por dar salida al tramo de Fuente de la Salud.

Y sobre todo, el 'castigo' a los 2,5 kilómetros que faltan por completar en la Variante Oeste. La intención mostrada por un Gobierno olvidadizo de retomar con la Junta de Andalucía los acuerdos para ejecutar esta fase tan importante para la explosión logística del Higuerón y Villarrubia, se enfrenta a las elecciones generales de final de año. El resultado de esta cita con las urnas puede atascar o relanzar una reclamación empresarial e institucional unánime, pero que parece predicar en el desierto.

Todavía muy verde la variante que se pergeña sobre la autovía A-4 a su paso por Córdoba, dejando como un tramo más urbano los actuales carriles que pasan junto al estadio o superan el Guadalquivir. Un trazado que ha de acabar con la legendaria Cuesta del Espino, una actuación a medio y largo plazo que, con sólo pensar en 'agujero negro' de la N-432 y su maldición, puede engrosar el baúl de los recuerdos. De esta última infraestructura, además, se espera que se defina itinerario y partidas para ver algún día una mejora histórica.

Vienen cuatro años en los que también se va a hablar mucho de Caballerizas Reales. Si durante el pasado cuatrienio el Ayuntamiento ha logrado desbloquear su titularidad municipal con una expropiación que aún dirime sus últimos flecos de precios, el nuevo mandato cerrará el capítulo administrativo con Defensa y debe dar paso a otro de los proyectos guardados en el cajón hace décadas: el centro internacional del caballo. El papel protagonista de Córdoba Ecuestre, que ha anunciado varias veces su hoja de ruta para captar los recursos económicos que lo hagan realidad, debe desplegarse de una vez por todas. Será el receptor de las cuadras e instalaciones que mandara construir Felipe II para acurrucar al nuevo pura raza español.

Mayores dudas ofrecen dos espacios de magnitud y tramoya parecida, entre claros y oscuros. El primero es el estadio Arcángel y su explotación y usos. Mucho se seGuirá hablando. El Consistorio está a la espera de que los propietarios del Córdoba CF -el fondo bareiní Infinity- presente un plan urbanístico para rentabilizar y cerrar la parcela elíptica que cobija al recinto deportivo. La mala campaña del club y los plazos que se dé esta empresa para seguir con la entidad blanquiverde se suman a la incertidumbre, aunque parece que el encaje legal y la voluntad reinante podrían ofrecer una imagen esperada por muchos cordobeses: la finalización de un estadio a medio hacer.

La otra pieza de este particular puzle está en Miraflores. En el mismo punto en el que durante más de una década se malgastaron diez millones de euros en el Palacio del Sur de Rem Koohaals que nunca vio la luz, porque nunca se cerró la fórmula que diera soporte a su financiación y rentabilidad. El PSOE y su candidato Hurtado han resucitado este 'cadáver' puesto que las ideas sobre el terreno -hoy un parking ocasional, en parte- no han cesado. La que ha sobrevolado el pasado mandato fue un gran auditorio para eventos y conciertos de la mano de la iniciativa privada. Aguas pantanosas que Bellido optó por evitar 'ayudado' por otro desajuste en la realidad registral que presentaban los suelos -tal y como pasó también en El Arcángel de cara al fallido pliego de concesión-. El interés de la promotora musical Riff, en concurso con otros inversores, se ha quedado sobre la mesa.

El nuevo Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones y sus usos dirimirán las opciones de esta parcela 'de oro' situada frente a la fachada noble de la Ribera de cara a los grandes eventos que han de llegar (y se han prometido). Ya no hay excusas para el turismo de congresos con la sede de Torrijos acabada y la del Parque Joyero en marcha, el gran revulsivo que espera este sector y que puede relanzar a la ciudad a otras cotas. En pocas semanas llega el primer test con la asamblea mundial del a Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Como rozar el circo de la Fórmula 1 con los dedos.