Curro Torres sigue sin superar las asignaturas pendientes

Lo cierto es que el mes de diciembre del Córdoba dejó algún viso de esperanza . Especialmente, porque se olvidó de la dinámica perdedora que le había acompañado durante una buena parte del curso. Por el contrario, todas estas sensaciones de toparon el pasado domingo en Tarragona con una nueva derrota que abren nuevamente las interrogantes acerca de la capacidad de hacerle frente a aspirantes al ascenso como Las Palmas o Deportivo, así como perder contra el colista de la clasificación, caso del Nástic de Tarragona. Por lo pronto, sus números, siempre en frío, le presentan con un tarjeta de 6 puntos sobre 18 posibles , dejando un balance de siete goles a favor y seis en contra. Y este tipo de datos dan opción para analizar si el método de Torres ya ha cuajado en algo más de un mes o aún está en fase de desarrollo.

En lo bueno

Con el preparador hispano-alemán, el Córdoba ha mejorado en una serie de aspectos que se antojan fundamentales para alimentar sus opciones de obtener la permanencia de categoría. En ese sentido, el conjunto blanquiverde inició un camino hacia el equilibrio que, pese a que aún no ha cimentado, ha ido encontrando con el paso de las semanas.

Uno de los principales lunares del Córdoba era su sangría de goles encajado. Cuando Curro Torres accedió al cargo, el Córdoba presentaba el aterrador balance de 30 goles encajados en 14 partidos de Liga. Es decir, más de dos por encuentro y ese factor subía sustancialmente en lo que hacía mención a los tantos encajados en las salidas lejos de El Arcángel, que casi se acercaba a los tres. Y la prueba es que no ha sufrido y sólo lleva uno por encuentro.

Y esa coyuntura le ha llevado a estar más en los partidos. Es decir, el conjunto blanquiverde sabe competirlos hasta el punto de que en todos ha tenido posibilidades de sumar uno o tres puntos, incluyendo las derrotas registradas ante el Lugo, en el arranque de la era, o ante el Nástic, en el encuentro del domingo. Porque, al contrario de lo que sucedía en la fase anterior, el Córdoba ya no es goleado .

De hecho, los dos partidos que ha perdido lo ha hecho por la mínima , algo que puede considerarse como un mal premio de consolación. Pero siempre ha dispuesto de la última oportunidad en la mayoría de encuentros para sumar. Y ese dato es positivo en función a la situación por la que atraviesa el equipo.

Y a ello se debe sumar otra circunstancia. Porque Curro Torres, desde primera hora, ha tenido claro que debía implantar un estilo de juego. Independientemente de los resultados, ha llegado con una idea y la mantiene . Otro aspecto completamente distinto pasa por el hecho de que sí haya buscado nuevas soluciones para el equipo, como retrasar a De las Cuevas o dejar definitivamente a Jaime en la banda en lugar de actuar como «falso nueve».

En lo malo

Aunque también hay aspectos en los que el Córdoba debe mejorar y Curro Torres no ha conseguido hacerlo. En el plano puramente deportivo, el equipo sigue evidenciando carencias, aunque se puede entender que el preparador hispano-alemán siempre ha tenido complicaciones desde su llegada. Especialmente, en el apartado de las lesiones, que le han limitado sobremanera a la hora de gestionar sus recursos dentro de la plantilla.

Pese a la mejoría en defensa, el Córdoba ha seguido pecando de lo mismo a la hora de encajar los goles. Es decir, ha dejado síntomas de debilidad a la hora de acometer acciones puntuales. Tal vez, la más significativa estuviera en el primer partido de Torres en Lugo, cuando todavía estaba por hacerse al equipo. Aunque estos casos se repitieron en otros tantos encajados ante Reus, Elche o Las Palmas.

Otro de los aspectos que no terminan de convencer es el de la posesión de balón en campo propio . Por cierto, que una mala salida le costó la jugada de la derrota en Tarragona, que tuvo como añadido la expulsión de Miguel de las Cuevas. En ese sentido, al Córdoba se le echa en falta una mayor presencia en el plano ofensivo a la hora de generar más ocasiones de peligro durante los partidos. En el plano numérico, no es de extrañar, puesto que sólo en el partido ante Las Palmas (4-1), hizo más de un gol. Eso sí, como descarga hay que reseñar que sólo en el compromiso contra el Zaragoza fue incapaz de anotar, aunque también fue el único encuentro en el que también Torres vio como Abad dejaba la meta a cero.

Y otro de los aspectos que preocupan es el hecho de que el Córdoba no ha sabido sacar jugo al hecho de medirse en el tramo final de la primera vuelta a equipos que están ubicados en la mayoría de los casos en la zona baja de la clasificación . A excepción del partido contra Las Palmas, los blanquiverdes han sacado unos escasos tres puntos en cinco partidos ante conjuntos como Lugo, Elche, Zaragoza, Reus y Nástic . Y esa coyuntura, sin duda, es más que perjudicial para su particular contarreloj a la hora de sacar los puntos que le permitan conseguir el objetivo. Ante el Rayo Majadahonda, el próximo domingo, puede empezar a subsanarlo.