Un final atropellado e inédito en El Arcángel: tangana, ataque epiléptico, expulsiones y 17 minutos de descuento

A partir de ahí, el partido se rompió. El árbitro señaló penalti para el Ceuta en lo que significó el definitivo 3-3. Pablo transformó a la perfección la pena máxima y celebró el gol con mucha rabia. Sin embargo, también lo celebró ante la grada blanquiverde afincada en la parte baja del Fondo Norte. Con él estaba Uche que también celebró ante la grada local y fue expulsado por ello. El árbitro señaló en su acta que fue expulsado por «realizar gestos provocativos hacia la grada durante la celebración del gol, generando con ello una confrontación entre jugadores y técnicos de ambos equipos».

Esto provocó el enfado de El Arcángel que lanzó una botella de agua llena y cerrada ala zona dónde estaban celebrando el gol sin impactar en ningún jugador. El árbitro indica en su acta que «se procede a avisar al delegado de campo para que se active el protocolo y avisen por megafonía para que cesaran ese tipo de comportamientos». Sin embargo, esto fue la gota que colmó el vaso para desencadenar una tangana entre jugadores y técnicos de ambos equipos. Una tangana en la que tuvo que intervenir todo el banquillo blanquiverde para intentar separar. Incluido Iván Ania que saltó al campo para que la pelea no se fuese a mayores.

El que salió peor parado fue Calderón que fue expulsado por «enzarzarse con un técnico contrario llegando a golpearse con los brazos entre ellos, cuando el juego se encontraba totalmente detenido y siendo separados por otros miembros del equipo». Ese técnico es el segundo de José Juan Romero en el Ceuta, Mohamed Rida que fue expulsado por los mismos motivos que Calderón. Ambos equipos se quedaron con diez en el campo, sin Uche ni Calderón. En el banquillo del Córdoba, también fue expulsado el preparador físico Pablo Gutiérrez Suárez por «salir del área técnica gritando y protestando».

El técnico Iván Ania comentó en sala de prensa que «mis jugadores tienen que ser más listos y no entrar al trapo, coger el balón rápido y hacer el cuarto gol que nos diera la victoria». Al final, «se entra en esa disputa y a Calderón, encima de pegarle, le expulsan». El asturiano confesó que lo vio con «sangre en la boca, imagino que le habrán dado un par de 'galletas', él tenía amarilla y no tiene que ir ahí». Finalmente se pudo reanudar el encuentro para encarar los últimos minutos aunque no iba a ser un partido plácido.

Tras eso, en el minuto 86, un sector en la parte baja del Fondo Sur de El Arcángel reclama con intensidad la atención de las asistencias médicas debido a que una persona estaba sufriendo un ataque epiléptico. Rápidamente acudieron los servicios médicos del club que lograron intubarla y evacuarla con la ayuda del resto de profesionales. Los jugadores blanquiverdes también ayudaron a transportar la camilla y agilizar la evacuación. Finalmente, fue trasladada al hospital y el encuentro se reanudó tras tres minutos parado.

Ni los jugadores ni los aficionados estaban ya pensando en el partido después de todo lo que se vivió. El árbitro decidió poner la guinda final a un partido de locos con un tiempo de descuento de 17 minutos. Algo inaudito para los espectadores de El Arcángel que sufrieron ese tiempo de descuento al ver cómo su equipo estaba totalmente descompuesto, plagado de lesionados. Al menos, fue capaz de retener un punto en un partido que podía haber terminado mucho peor para los de Iván Ania.