La transformación de los cines cerrados en Córdoba: del olvido al nuevo futuro de Almirante y Zoco

Eso sí, la existencia de los dos primeros va a tener secuela: el primero con un giro de guion toral -reabrirá como gimnasio- y el segundo recuperando la actividad cinematográfica. En cuanto a los otros dos, siguen acumulando años de olvido sin que llegue un 'happy end' para sus inmuebles. Eso sí, sus propietaritos ya han descartado que vuelvan a acoger proyecciones de cine. ABC repasa su situación.

Sorpresivamente esta sala de proyección acaba de encontrar un nuevo futuro, tras llevar casi cuatro décadas cerrado. La potente cadena de gimnasios Synergim ha colgado un cartel en el que anuncia que acogerá uno de sus establecimientos.

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Luis Miranda

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En su web, habla de próxima apertura. Da la opción de reservar ya plaza y ofrece su futuro horario. Se recuperará así un inmueble singular. Porque este equipamiento cultural nació con el barrio del Parque Figueroa en 1970 y se encuadra en la arquitectura con que concibió el reconocido arquitecto Rafael de La-Hoz este conjunto vanguardista en su época.

Tal y como publicó ABC en 2023, el inmueble, tras lustros y lustros de abandono, estaba sufriendo ya un deterioro. De la sala de proyección sólo conservaba las escaleras, ya que se retiraron las sillas que en su momento se destinaban a los espectadores. Ahora, volverá a tener público, distinto al que gozó de las películas que allí se proyectaban.

A mediados de 2007, los cines del centro comercial Zoco realizaban un fundido negro, que debe terminar próximamente. El pasado mes, durante la presentación de los nuevos proyectos que acometerá dicho complejo, su gerente, José Carlos Ramos, anunció que se recuperarán sus salas de exhibición.

Expuso que se les dará una renovada vida. Indicó que los cines se remodelarán para ofrecer de nuevo películas con todos los avances actuales, pero además, avanzó, quieren que cada sala no se limite a tener ese uso, sino que «se puedan emplear como salón de congresos para charlas y convenciones».

Saldrán así del letargo en el que cayeron hace 17 años, cuando Cinesur (perteneciente al grupo Sánchez Ramade, gigante empresarial cordobés que acabó desapareciendo) anunció que cesaba su actividad. Alegó que la última generación de salas de exhibición, más cómodas y con mayor calidad de imagen y sonido, le estaba restando espectadores a sus instalaciones en este centro comercial.

El cine Alkázar está en los recuerdos de muchos cordobéses, porque exhibió películas desde 1943 hasta 2011. En ese momento fue cuando llegó su 'The end'. Cinesur lo cerró para una rerforma pero, en plena crisis económica, los espectadores nunca más regresaron.

A principios de la presente década, justo antes de que se desatara el Covid, parecía que iba a volver a abrir sus puertas. El grupo Barea, su nuevo propietario, quería dotar de contenido a este inmueble. Barajaban distintas posibilidades: un aparcamiento, un espacio de convenciones de diferente formato o incluso un supermercado.

A mediados del año pasado, en una entrevista en ABC, el director general de Barea, Antonio Barea, aseguraba que aún no tenían decidido el uso al que destinarlo: «Tengo muchas cosas en mente pero nada concreto». Eso sí, dejaba claro que, cuando abra, no volverá a tener el uso que tuvo: «Su vida como cine terminó». Fuentes del Grupo Barea, propietario del inmueble de Reyes Católicos, han asegurado este viernes a ABC que se encuentran «en conversaciones avanzadas con una empresa para poder dar uso a este inmueble». «Esperamos que pueda utilizarse en breve», han añadido los interlocutores consultados en esta compañía cordobesa, que han indicado que aún no pueden dar más datos de la operación

El cine Isabel la Católica bajó la persiana poco antes del verano de 2007 por haber entrado en quiebra técnica. Pasó a manos del grupo Alfil, una socimi (sociedad de inversión inmobiliaria) malagueña. Ésta ya ha anaunciado que no tiene previsto que vuelva a ser un cine.

De hecho, en la ficha de la documentación de Alfil para su entrada en el mercado de valores BME Scaleup, de principios de 2024, se indica como futuro uso del inmueble el comercial. Se indica que cuenta con 1.616 metros cuadrados divididos y que su valor de mercado, a fecha de septiembre de 2022, se situaba en 1,8 millones. La información que facilita esta socimi indica que el inmueble está configurado «internamente en cuatro cines, distribuidos en la planta baja [números de cines 2, 3 y 4] y en el piso superior [cine número 1]» Alfil señala el deterioro que está sufriendo: «Sstá abandonado. Las instalaciones del edificio han sido destrozadas».

En 2010, pareció que iba a salir de su postración. A los medios saltó que iba a reconvertirse en una discoteca. Los vecinos de la zona mostraron su rechazo. El proyecto finalmente no se materializó.