Agricultura
Asaja-Córdoba alerta de que la próxima campaña 2023-2024 del olivar también peligra por la sequía
La cosecha prevista caerá a la mitad y los rendimientos serán muchos más bajos
Francisco Acosta, delegado de Agricultura: «La sequía reducirá aún más la producción de aceite»
La falta de agua merma de manera importante la superficie agrícola
Recogida de aceituna en un olivar cordobés en una imagen de archivo
La organización agraria Asaja Córdoba informó este lunes de que se va generalizando en Córdoba la campaña de recolección de aceituna para aceite de oliva, sobre todo tras los últimos días de lluvia. En un comunicado, la patronal que preside Ignacio Fernández de ... Mesa apuntó que la mayoría de las cooperativas y almazaras de la provincia han abierto la recepción de aceituna para molino y, aunque todavía el ritmo de recogida no es muy alto, empiezan a entrar ya las primeras aceitunas de fincas y parcelas menos afectadas por la sequía.
Y es precisamente la falta de lluvias la que está tras una de las peores campañas de la última década. Al respecto, Fernández de Mesa subrayó que «la sequía que atravesamos repercutirá en el tamaño de las aceitunas, dejando frutos muy pequeños» por lo que añadió que «es crucial que llueva en estos próximos días para que se mejore el estado del olivar». Añadió que la situación en estos momentos «es muy delicada debido a que el estado actual de sequía podría reducir la cosecha de la aceituna a la mitad», ocasionando unas pérdidas que podrían llegar a los 500 millones de euros en la provincia durante la actual campaña.
Precisamente, la falta de agua provoca que los rendimientos de la aceituna previstos para esta temporada sean más bajos, pues el estrés hídrico de los olivos provocó que se parara la síntesis de aceite.
El presidente de Asaja indicó que, además, preocupa mucho ya no sólo esta cosecha, si no la siguiente 2023-24 porque la mala situación en que van a encontrarse los olivos por la falta de agua hará que, de no tener un otoño e invierno con precipitaciones más que suficientes, «los árboles no sean capaces de cargar aceituna por su debilidad fisiológica».
La incidencia de la sequía llega, además, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, como los abonos, fitosanitarios y el gasóleo, que se encuentran disparados y subiendo progresivamente.
De hecho, si se comparan los gastos de esta campaña con respecto a la situación de hace un año, el coste del gasóleo se ha incrementado, pasando de 56 céntimos el litro a 1,30 euros. También, el gasto en abonos es muy considerable, un 105% respecto al año anterior, pasando de unos 380 euros por tonelada a 780 euros.
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