Cazadores sin movilidad geográfica

Más claro agua, a la caza, caña; a cualquier pillabichos subvencionado con la cara tiznada de verde y rosa e implantes de plumas arcoiris en la rabadilla, gloria.

A lo mejor va siendo hora de que los cazadores, los pescadores, los agricultores, los ganaderos, los que realmente entienden de campo, de animales, de naturaleza, tomen buena nota y den su voto a quien realmente los apoya.

No habrá en nuestro país ningún sector más fuertemente regulado y con una normativa más densa. Para ejercer cualquiera de las actividades anteriormente citadas, hacen falta mil y un papeles, cientos de registros, licencias, tasas, y múltiples zarandajas . Sin embargo, en el otro plato de la balanza, cualquiera sin saber hacer la o con un canuto, sin la más mínima preparación, y sólo con el dudoso mérito de ser ¿ecologista?, ve su camino allanado desde las Administraciones públicas (por lo menos de algunas de ellas).

Ejemplos como el apoyo que recibe la Feria de Caza de Córdoba (Intercaza) de la Diputación son anécdotas, ya se encargan los gurús del ecologismo radical (ya saben, aquellos urbanitas maestros de casi nada y aprendices de todo) de recordarselo oportunamente.

Recordemos, el voto es soberano, y no está muy lejano el día en el que hagamos frente común y mandemos a algunos partidos políticos, a sus representantes y a sus mantenidos a tomar mucho… viento. Mientras tanto, nos defenderemos con lo que está de nuestra parte, la Ley. Eso tan difícil de entender para algunos de nuestos públicos representantes (y representantas).