Una mujer da a luz en un coche en la autovía ayudada por sus familiares

«Creíamos que no iba a salir bien», asegura la familia, al ver con perspectiva ese momento que ha creado un gran revuelo en la localidad. El paritorio improvisado fue el Ford Tourneo del orgulloso padre, y el hospital, la autovía A4, en dirección a Córdoba, justo en el punto kilométrico 385 , pese a que la mamá del pequeño, de 36 años, hacía lo imposible para llegar hasta el Hospital Reina Sofía de Córdoba, para dar a luz con los profesionales y el equipamiento médico oportuno.

Eran las 13.55 horas del pasado Viernes , día 21 de Agosto. La mamá, hacía menos de una hora, había llegado a Montoro, donde reside la pareja, tras pasar la noche anterior en el Hospital Reina Sofía, al presentar síntomas de parto. « No lo entendimos », dice la madre, teniendo en cuenta su historial: alto riesgo, no era primeriza, y estando cumplida, -el parto estaba previsto para el día 16 de Agosto-. Minutos después, los síntomas del parto se agravaron, cogiendo de nuevo el coche hasta el hospital cordobés. No dio tiempo a llegar.

Según fuentes consultadas en el SAS , el coche tuvo que parar en un arcén de la autovía porque el bebé ya asomaba su cabeza, por lo que no podían llegar al centro hospitalario cordobés donde tenían previsto ingresar para dar a luz, y fueron los propios familiares los que la asistieron, ya que no hubo tiempo de que llegara ningún equipo sanitario desde Montoro.

Fran había visto la luz «pero no lloraba, tenía un color morado, y nos asustamos» recuerdan las matronas improvisadas. Las tres hermanas «le pegamos en el culo para que arrancara a llorar, y le metimos los dedos en la garganta para liberarle la boca». La mamá estaba débil, «aún con la placenta dentro, hasta que llegó la ambulancia». Los sanitarios la trasladaron, junto al niño, hasta el paritorio de Reina Sofía.

El bebé, que nació en perfecto estado, y su madre prosiguieron, minutos después, su viaje a Córdoba hasta llegar al Hospital Universitario Reina Sofía, donde los sanitarios constataron que ambos se encontraban en perfecto estado de salud , por lo que recibió el alta el domingo. «Es una alegría inmensa», sentencia la familia. Antonia y Francisco, ya son papás de Sheila, de 11 años, pero entre ella y Fran han sufrido el dolor de hasta tres abortos.