Sábado para la gente de la caseta en la Feria de Córdoba

El taxi era el medio de transporte elegido por la mayoría de los cordobeses para llegar al Real. En hora punta, en torno a la 13.30 horas, era difícil acceder a un taxi en alguna de las paradas de la ciudad pese a que toda la flota al completo está circulando excepcionalmente los dos fines de semana de la feria. Asimismo, había colas para viajar con Aucorsa, con un servicio continuo desde las principales barrios hasta el recinto ferial. Las únicas retenciones se produjeron en torno a las 14.00 horas en la calle San Fernando hasta la altura de la Cruz del Rastro, donde un agente regulaba la circulación para hacerla más fluida. El precio medio de la carrera desde plaza de Colón a la Feria era de 16 euros, debido a las retenciones que obligaban a emplear más de 20 minutos en un recorrido que en condiciones normales de tráfico no se tarda más de 10 minutos. Los usuarios de vehículos particulares fueron los menos para este sábado de feria.

Aún así, al mediodía, la mayoría de las casetas de socios estaban llenas como era el caso de la asociación de Renfe, hermandades como El Huerto o La Estrella y asociaciones deportivas aprovechaba este sábado para hacer su agosto, como uno de los días más fuertes, y especialmente este año cargado de turistas. Uno de los ejemplos fue el de la caseta de «El Esparraguero» que acogió una despedida del programa Preshco, donde más de 30 estudiantes norteamericanos disfrutaron como niños de una experiencia única, dentro de su programa de Estudios Hispánicos de Córdoba, en la Facultad de Filosofía y Letras. «Estamos genial, nos encanta la Feria», reconocía Karen Mayorga, de 21 años, natural de Los Ángeles (EE.UU) que llega de la Universidad de Massachusetts.

Fuera, pese al sol fue de justicia y aunque el termómetro no subió mucho más allá de los 31 grados, la sensación térmica sin una sombra donde cobijarse hacían difícil el paseo por el recinto de El Arenal al mediodía de ayer. Habían pasado sólo unos minutos después de las 2 de la tarde cuando una decena de enganches y coches de caballo salieron del Real para recibir y acompañar al estandarte de la Virgen de Nuestra Señora de la Salud, tras la misa celebrada en la ermita.

La mayoría de estos carros procedían del Club de Enganche y Doma en el Campo de Córdoba que este año lució una de las mejores casetas de la feria por su cuidada decoración, que incluía un carro y, a modo de un patio andaluz, con las gitanillas que se habían abierto como queriendo alargar el concurso de Los Patios. Uno de los socios del Club de Enganche, Antonio Sáez, explica que «estamos todo el año cuidando las macetas para que luzcan en la Feria, en uno de las casetas con patios con más encanto del Real». El tradicional Paseo de Caballos se estrenó en torno a las 13.00 horas, para después unirse a los enganches que acompañaban al estandarte de Nuestra Señora de Salud.