política
Comienza la carrera a las municipales con menos certezas
El PP intenta revalidar una mayoría suficiente con la irrupción de nuevos partidos que quieren marcar el resultado final
r. r.
El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el decreto de convocatoria de las elecciones municipales de 2015 a celebrar el próximo 24 de mayo. Son las primeras en tiempo donde la balanza entre las certezas y las dudas se ha inclinado soberamente hacia lo segundo. ... El reciente resultado de las autonómicas en Andalucía -aunque sea como comparar un huevo con una castaña-, la ausencia directa de Podemos o la llegada de partidos poco medibles en los sondeos abren una gran gama de incógnitas.
De las pocas verdades que se pueden decir con garantías es que la mayoría absoluta de un partido es, en términos estadísticos, una rareza entre la sociedad cordobesa. Disfrutó una Julio Anguita y otra, en este mandato que expira, José Antonio Nieto. El resto han sido coaliciones de dos o, incluso, tres partidos políticos que han tenido sus rencillas, sus obligaciones de pacto y sus amenazas de ruptura.
Para entenderse, todos quieren ganar pero no todos cuentan con la disposición de hacerlo. Los sondeos internos explican, «grosso modo», que el PP parte como favorito pero con mayoría simple, que el PSOE crece y que IU se mantiene en la posición precaria de los comicios de 2011 (cuatro ediles), agravada por la irrupción de un partido en su flanco izquierdo. El resto, son incógnitas.
El primer partido de la oposición es hoy Unión Cordobesa. Directamente, no aparece en las encuestas. Aunque eso no es nuevo. Se trata de una realidad política difícil de medir pero que consiguió un número de votos tan relevante en 2011, unos 25.000, que cuesta pensar que se vayan a esfumar de la noche al día. Rafael Gómez, pendiente del Supremo por el caso Malaya y de la inminente subasta de sus bienes (que no tendrá efectos reales), ha optado por no crecer a la provincia y mantener su mensaje sencillo de que va a crear empleo.
El PP ha elegido hacer campaña desde la institución, lo cual es la parte obvia. Hasta que le ha sonado la campana, José Antonio Nieto, superada la polémica sobre volver o no a presentarse con más parados, ha estado presentando proyectos como si el día 25 fuese a seguir como alcalde electo.
Compras de autobuses, mercados, centros deportivos, la primera piedra de un palacio de congresos. Todo ha cabido en esta apresurada carrera por dejar sentado lo obvio, que ha estado gobernando. Hasta el 24 de mayo, se esperan novedades en este sentido. Está previsto que elMetrotrén, el cercanías local, empiece a funcionar en mes y pico. Lo hará en cuanto Adif habilite los apeaderos y Renfe traslade los convoyes necesarios para ello. En lo interno, Nieto tiene que sustituir a su mano derecha de muchos años, Miguel Ángel Torrico, que es parlamentario electo por Córdoba.
Socialistas e Izquierda Unida llegan de una forma bien distinta a las elecciones. El PSOE viene con el aval de la victoria electoral de las andaluzas -con malos resultados en la capital, por cierto- y con candidata nueva. Isabel Ambrosio ha esquivado hábilmente las últimas detenciones de exaltos cargos de la Junta en la «operación Barrado» y forzó la dimisión de la delegada de Educación, Manuela Gómez, tras la carta a los funcionarios. Los socialistas han aplacado la tradicional jaula de grillos interna y la lista electoral se ha aprobado sin grandes polémicas públicas.
El caso de IU es más complicado. Sale de una crisis local -la dirección en la capital dimitió recientemente- y su candidato, Pedro García, ha acabado pactando con el sector que le negaba hasta el saludo hace pocos meses. IU pasa un momento catártico no solamente en Córdoba sino en toda España con Podemos ocupando de una forma clara el espacio que tuvo la formación cuando Anguita era el califa rojo y no un militante de Ciudad Rodrigo. La federación tiene abierto un proceso para votar a los miembros de la lista aunque Alba Doblas se perfila como número dos de una lista donde no habrá mucho margen para las probabilidades.
La irrupción de nuevos partidos es el gran aliciente de estas elecciones. Ciudadanos concurre a las municipales con sus siglas y Podemos aparece diluida en Ganemos, de momento una precandidatura. Con los datos de las autonómicas -aunque eso sea hacer la cuenta de la vieja- podrían optar a tres y cinco concejales, respectivamente. La alternativa de un Pleno compuesto por seis partidos abriría un escenario desconocido, incluso, en los años de la sopa de letras de la Transición. En 1979, el Pleno tenía cuatro grupos políticos.
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