Urbanismo

La calle de La Plata reduce sus veladores en catorce sillas por cada bar

La Gerencia y los hosteleros llegan a un acuerdo en una reunión hace mes y medio

La calle de La Plata reduce sus veladores en catorce sillas por cada bar Miguel Ángel

J. M. C.

En plena polémica por la «intransigencia» de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) en materia de concesión de permisos de veladores, en palabras del propio sector, al menos hay una parte de los hosteleros cordobeses que han conseguido resolver su propia situación dando fin a ... su problema particular. Se trata de los establecimientos abiertos en la calle La Plata, cuyos representantes se reunieron hace mes y medio con los técnicos de la GMU para alcanzar un acuerdo de limitación de sillas en esa vía tan estrecha.

Hasta la fecha, en el centro de la calle se ubicaba una doble fila de cuatro sillas cada una y tras la reunión se ha aceptado que los veladores se instalen con una fila de dos sillas y otra más de cuatro. «De este modo, cada negocio tiene de media unas 14 sillas menos que antes», señaló Jorge, uno de los responsables del bar Devinos.

Pero era eso o continuar en una especie de limbo normativo -puesto que estaba considerada como una «vía de evacuación», con lo que ello implica de paso franco para bomberos y ambulancias- con constantes visitas policiales incluidas.

Positivo para todos

«Creo que el acuerdo alcanzado es positivo para todos», abundó el empresario, puesto que no es tampoco la retirada de la mitad de los veladores, como propusieron los técnicos municipales en abril del pasado año. No obstante, sabe que habrá algún tipo de merma para el negocio, aunque todavía no se puede contabilizar, ya que la medida no ha terminado de aplicarse en toda la calle.

La solución, por contra, ha permitido que a fecha de hoy «todos los que tenemos un establecimiento aquí tengamos ya la licencia de veladores». Todo un lujo, a tenor de lo que está pasando en otros rincones de la ciudad.

Así, por ejemplo, a La Fábrica, en la plaza del Chimenéon, se les ha negado «de viva voz» el permiso hasta que no busque una solución a su problema, según el dueño, Juan Carlos Molina. Algo que se conseguirá «el próximo 1 de marzo», ya que «tenemos alquilado para entonces un local para guardar el mobiliario».

Esa fecha es, precisamente, la que ha dado la Gerencia para «empezar a dar avisos sin multas a los establecimientos que no cumplan la normativa», pero con la posibilidad de sanciones si en siguientes inspecciones persisten en su ilegalidad, explicó, por su parte, el responsable del bar Cristal, que ha preferido quedar en el anonimato.

La calle de La Plata reduce sus veladores en catorce sillas por cada bar

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