córdoba en clave de futuro
Posadillo y el diamante en bruto
El empresario y bilólogo fabrica productos basados en proyectos sobre energías renovables
r. aguilar
ALEJARSE de la ciudad tiene sus ventajas y sus inconvenientes.Entre estos últimos se encuentra la de sopesar sus carencias con la perspectiva de la distancia. A Alejandro Posadillo le gusta mucho pasear en bicicleta y cuando se pierde con ella por las primeras estribaciones ... de la Sierra y se detiene en lo que ven sus ojos le ocurre que se pone triste. «Veo pocas fábricas: aquí se echan en falta más polígonos industriales, más actividad fabril. Es una pena», apunta este inquieto biólogo, empresario e investigador universitario. Cordobés de nacimiento, acaba de poner un pie en la década de los cuarenta. Y es todo optimismo.
«En cuarenta años da tiempo a hacer muchas cosas», indica. Da tiempo si uno lo aprovecha, como es el caso. «Yo ando siempre estudiando y formándome: eso es esencial para estar con garantías en el mundo de la empresa», explica quien es el responsable, entre otras firmas, de Seneca Greem Catalyst, una empresa de base tecnológica de la Universidad de Córdoba (UCO) que hace girar su negocio en la denominada «química verde» y que desarrolla proyectos de impacto ambiental y de reutilización de materiales.
Biocombustibles
Posadillo compatibiliza esta actividad con su faceta académica, pues antes de este verano tiene previsto presentar su tesis doctoral sobre nuevos biocombustibles. Pero el objetivo tiende siempre hacia lo mismo: hacia la fabricación de productos innovadores desarrollados a partir de proyectos de investigación dentro del sector de las renovables y la gestión de residuos.
Este hombre es un apasionado de su ciudad, a pesar de los pesares. «A mí me encanta Córdoba aunque se trate de una plaza un poco más compleja que otras capitales de su entorno. Hasta donde puedo, intento permanecer y desarrollar aquí mi actividad, a pesar de que muchas veces me he planteado irme fuera debido, sobre todo, a los inconvenientes administrativos y burocráticos para poner en marcha cualquier iniciativa empresarial. Pero sigo apostando por Córdoba porque creo que tiene mucho potencial y que es un diamante en bruto».
El de Posadillo es un caso inverso al de la fuga de talentos
El de Posadillo es un caso inverso al de la fuga de talentos. «Muchas veces he estado tentado por irme a montar fábricas fuera, pero cuando ha llegado el momento de hacer las maletas he pensado que si nos vamos todos pues... Pero es una ciudad difícil. Doy un ejemplo: cuando se presenta el proyecto de licencia de actividad de Seneca Greem Catalyst pasan tres años hasta que la conseguimos. El producto estaba ya desarrollado pero faltaban los papeles. Al final nos quedamos. Estoy en que acertamos», reflexiona.
Él asegura que contribuye en la medida de sus posibilidades a «pulir ese diamante que es Córdoba». Posadillo se explica: «La obligación de todos es contribuir. Creo que el sector turístico está cumpliendo bien con ese cometido pero no hay que quedarse ahí: hay que impulsar la actividad en las fábricas, en la industria», añade.
«Mis invitados suelen decirme que Córdoba está sin explotar»
El biólogo da cuenta de una aportación personal más para que la joya en la que él considera que vive luzca como debe. «Cuando tengo la oportunidad convoco aquí en Córdoba reuniones profesionales para que se maravillen de la ciudad que tenemos y se gasten aquí el dinero. Todos mis invitados acaban diciéndome que Córdoba está todavía por explotar».
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