Zapatero exige a Cuba que devuelva la libertad a los presos de conciencia

Zapatero ha mostrado sus condolencias a los familiares y allegados del fallecido y ha dicho que «podemos suponer el sufrimiento de los presos políticos cubanos y debemos exigir al régimen cubano que devuelva la libertad a presos de conciencia y respete los Derechos Humanos. Ésta es una exigencia fundamental de toda la comunidad internacional». Zapatero ha querido enfatizar que la «Unión Europea debe ser vanguardia en la defensa de los derechos humanos en todo el mundo». Con estas declaraciones, Zapatero se pronuncia por primera vez respecto a la muerte de Zapata, conocido opositor a la dictadura cubana. Ayer eludió hacer ninguna alusión a la muerte del disidente cubano en la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones, de la ONU, en Ginebra. El jefe del Ejecutivo tampoco respondió a las preguntas de los periodistas sobre ese asunto al llegar al edificio de la ONU en Ginebra para hablar ante el IV Congreso para la Abolición del Pena de Muerte.

La muerte de Orlando Zapata no va a cambiar la política española respecto a Cuba. Así lo ha remarcado el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que ha insistido hoy en que el diálogo con el régimen castrista es la mejor manera para avanzar en el respeto de los derechos humanos en la isla. En respuesta a la pregunta que el representante lituano le ha hecho en el coloquio sobre si es conveniente replantearse la política con Cuba, Moratinos ha reiterado que España seguirá apostando por el diálogo exigente con países como Cuba, pese a que esta política «tiene sus dificultades», según recoge Efe.

Después de lamentar la muerte del disidente, Moratinos ha exigido «la libertad absoluta de los prisioneros políticos y de conciencia, y una defensa de los derechos humanos» en Cuba, en línea con lo dicho previamente por Zapatero. «Seguiremos batallando por ese objetivo», ha garantizado Moratinos, quien ha añadido que, «lógicamente, lo que queremos son resultados».

A su juicio, la política que la UE ha mantenido desde 1996, con la llamada posición común que propuso el ex jefe del Gobierno José María Aznar, «no ha dado resultados». Moratinos se ha marcado como objetivo durante la presidencia española de turno de la UE suavizar esta posición común, que supedita el diálogo con el régimen de La Habana al avance en materia de libertades y democracia.