Un nuevo estilo llega a la enseñanza: «Hacer más con menos»

Lo que podríamos denominar «estilo Wert» se ha dejado traslucir en su primer discurso . En primer lugar, se ha autocitado para hablar de las «virtudes de Gabilondo», un catedrático de Metafísica que ha enseñado también Teodicea, «caso único de ministro» en el panorama internacional de altos cargos políticos en Educación. ¿Era un elogio? Pues cabe la duda. La cita la ha tomado de un artículo suyo en El País.

Después, Wert ha señalado que no le tocaba a él «juzgar los logros» de Gabilondo. Pero lo ha hecho. Ha habido, en 40 años, «un avance espectacular en Educación en España», pero ahora «los resultados no estaban a la altura de los recursos» . No se había prestado la atención debida a los valores . En concreto, ha señalado que estamos lejos de las mejores naciones de la UE en Educación, y que trabajaría para conseguir que eso no fuera así. Respecto de la Universidad, el diagnóstico tampoco ha sido nada halagüeño. Ninguna de nuestras instituciones superiores estaba entre las 150 mejores del mundo. Las universidades, no solo pero especialmente, tenían que rendir cuentas de los recursos que recibían. Se necesitaba un mejor método y una mayor transparencia para calibrar los resultados, para rendir cuentas . Y luego estaba la Formación Profesional , esa rama desde siempre tan abandonada en España. Wert ha aderezado el análisis con algo muy previsible: estaba abierto al diálogo con todos los implicados en el sector: funcionarios, alumnos, profesores, sindicatos, etc., etc. ¿Pero se puede ser ministro sin estar abierto a un diálogo sin discriminaciones?

Otro aspecto del «estilo Wert»: le ha dado menos importancia a Cultura que a Educación . De Cultura, le ha interesado destacar «la defensa de nuestro patrimonio cultural», el «fortalecimiento de la marca España», y «hacer más con menos». Desde luego, las críticas a Sinde han sido menos sutiles que a Gabilondo. Wert se muestra muy partidario de la defensa de la propiedad intelectual. Iba a dirigir sus esfuerzos a conseguir la «adecuada protección intelectual» ; y eso pasa por « enfriar la patata caliente» que supone el reglamento de la ley Sinde (derechos de autor en internet, lucha contra la piratería), no aprobado por el Gobierno de Zapatero.

En último lugar le llegó el turno al Deporte, del que ha reconocido que sabía poco. Procuraría esconder su madridismo en un momento en que nuestro país disfruta de una «edad de oro» deportiva, que tanto contribuye a «la marca España».

Tras sus palabras, abrazos, tumulto a su alrededor. Gente, quién sabe, a la espera de un cargo, y otros que simplemente le siguen o le estiman. Gabilondo y su equipo, ya desplazados, ya casi abandonados , vivían sus últimas horas en la calle de Alcalá.