El número de conductores ancianos se duplicará hasta los 6,1 millones en 2030

A mediados del siglo XXI, un tercio de los españoles ya supere la edad de jubilación, aunque según el RACC, en carretera superar ese umbral de edad "no significa un cambio inmediato en los estilos de vida en general, ni en la movilidad urbana en particular". Los datos del club automovilístico indican que ha aumentado en casi un millón de personas el número de personas mayores con permiso de conducir en España entre 2001 y 2009.

En el capítulo de hábitos estudiados de los mayores, el informe arroja cifras como que ocho de cada diez realizan como mínimo un desplazamiento a la semana en coche; a pie, dos de cada tres de ellos afirman pasear una media de cinco días a la semana; un 11% dedica unas dos horas diarias de promedio al cuidadno de los nietos y dos de cada diez realizan actividades culturales y turísticas con relativa frecuencia. Conforme a sus respuestas, 1,2 millones de mayores encuentran dificultades para desplazarse por la calle: al subir y bajar escaleras, identificar calles y cruces o señales, etc.

El vehículo privado es, entre los medios mecánicos, el más usado por este colectivo y en ciudades de menor población, más reducidas. Solo el 16% de los ancianos no se desplaza nunca andando o casi nunca. No obstante, hay un dato llamativo que impiden a casi siete de cada diez ancianos acceder al coche y el 82% también tiene algún obstáculo para subir o bajar del turismo.

Por otro lado, el estudio aborda la elevada accidentalidad de ancianos en las calles y vías españolas. Desde el año 2000, el número de peatones mayores fallecidos o heridos graves en España se ha reducido un 35%, pasando de 1.394 personas hace once años a 917 personas en el 2009. Este descenso de los sinisetrados ha sido del 50% en carretera y del 30% en las urbes. La tendencia también es positiva en el número de infracciones provocadas por los ancianos cuando transitan por las calles, a pesar de que, según el informe del RACC, la tasa de infracciones cometidas por ellos que desemboca en un siniestro es un 50% superior a la del conjunto de la población. Las recomiendaciones que redacta el club automovilístico para garantizar la movilidad segura de las personas ancianas y mejorar tanto su concienciación como la del resto de los conductores pasa por que los fabricantes produzcan vehículos que respondan a las auténticas necesidades de este segmento poblacional. También proponen señalizar de forma más sencilla las indicaciones en carretera o fomentar el transporte público y mejorar su adaptación física y horaria a las costumbres de los ancianos del país.