Sánchez da un paso más hacia los indultos al prometer una decisión «en beneficio de la convivencia»

Algo que éste rechazó de plano. «Cumplir la ley no es venganza y defender la unidad nacional no es revancha», advirtió, recordando que dar un golpe contra la legalidad «no es un valor constitucional». Así, ha acusado a Sánchez de preferir «poner en riesgo la continuidad de la España constitucional para mantenerse usted en el poder».

A pesar de que hace tan solo año y medio Sánchez aseguraba que el cumplimiento de las condenas de los presos por el 1-O debían ser íntegros, esta mañana ha seguido enmendándose a sí mismo sosteniendo que la Carta Magna reserva «un tiempo para el castigo y un tiempo para la concordia».

Y siguiendo este hilo ha asegurado que el Gobierno adoptará su «decisión en conciencia» y como si tuviera «350 diputados», rechazando la utilización de la medida de gracia en beneficio propio.

Casado le ha advertido de que «ha llegado demasiado lejos». «Quiere indultar a los que han atacado las leyes, han reventado la concordia y han dinamitado la convivencia», añadió. «El pago que le piden por haberle metido en La Moncloa será su finiquito y el epitafio del PSOE constitucional», vaticinó.

El líder del PP subrayó que reformará los indultos «cuando lleguemos al Gobierno » así como los tipos de sedición y rebelión y el Código Penal para sancionar los referendos ilegales.

Los indultos han copado buena parte de la sesión de control que este miércoles se ha celebrado en el Congreso. Tras el cara a cara de Sánchez y Casado, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha espetado a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo , las tres actitudes de La Moncloa que la oposición da por seguras: «siempre mienten, que van a subir los impuestos y que van a indultar a los golpistas». «Los españoles lo que quieren para su futuro es que Sánchez salga de él cuanto antes», remachó, tras acusar a los socialistas de dejar su partido «irreconocible» y sin lealtad a los ciudadanos.

La número dos del Gobierno reaccionó como lo hizo Sánchez la semana pasada, asegurando que lo principal que tiene el país es la oposición «desleal» que practican los populares, que están «en la algarada» continua y no han apoyado al Ejecutivo «ni una sola vez en ninguna sola cosa». Olvidaba así la vicepresidenta el respaldo de los populares a las primeras prórrogas del estado de alarma, el decreto de nueva normalidad o a las recomendaciones de la comisión de reconstrucción de cara a la posición europea.

Al abandonar el Congreso , en declaraciones a los periodistas, Calvo volvió a atacar a los populares considerando que «lo que es revanchismo es no tener un plan para Cataluña», informa Víctor Ruiz de Almirón.

Tras este duelo parlamentario, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros , y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas , han seguido cargando con dureza contra el perdón a los líderes golpistas.

El primero lo ha hecho en su cara a cara contra Calvo en el que ha advertido que «para los españoles su Gobierno es un peligro, pero para quienes quieren acabar con España, su Gobierno es una gran oportunidad». «Quieren ilegalizar a Vox pero no les importa seguir sometidos a quienes tienen por único objetivo acabar con la unidad de España », reprochó a la vicepresidenta primera.

La líder naranja, por su parte, ha coincidido en el diagnóstico de Casado asegurando que Sánchez está dispuesto a «cualquier cosa para permanecer en La Moncloa » y ha considerado que el indulto equivale a «humillar» a los ciudadanos y, especialmente, a los catalanes que sufrieron el golpe «en primera persona».

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo , también ha tenido que responder a preguntas de la oposición sobre los indultos. El diputado del PP Luis Santamaría ha considerado que el perdón a los condenados por sedición será «una felonía». «Sabe que no se dan las razones de justicia para ese indulto», recriminó, mientras el ministro respondió asegurando que estudiará cada petición tras el informe del Tribunal Supremo.