Sánchez maniobra para apoyar el 155 sin romper con Iglesias

La posición de Sánchez ha estado desde el primer momento en una suerte de juego de equilibrios. Socialistas y populistas dependen los unos de los otros en alcaldías de ciudades importantes, y también en gobiernos autonómicos, que emanaron de pactos para echar al PP de consistorios como los de Madrid o Sevilla . Al tiempo, el líder del PSOE mantenía, al menos de palabra, su compromiso con la unidad de España.

Esas palabras ahora se traducen en hechos, y el apoyo sin fisuras de los socialistas a las medidas del Gobierno es buena prueba de ello. Sin embargo, la aplicación del 155, lejos de resolver ese complicado equilibrio entre la defensa de la unidad de España y los pactos de gobiernos locales y autonómicos con Podemos -frontalmente en contra del 155 y muy cerca de los independentistas en los últimos meses- ha tensado las relaciones entre ambas formaciones, aunque esto no se traduce de la misma manera en todos los escenarios. En Barcelona este pacto ya se resiente. Colau tiene a la oposición independentista exigiéndole desde hace semanas que rompa su acuerdo con el PSC y que saque a los socialistas del gobierno, aunque ambas formaciones habían acordado que su pacto no atendería a cuestiones estatales, y que se centraría solo en el ámbito local. Sin embargo, tras el anuncio de las medidas que el Gobierno quiere aplicar en Cataluña, la alcaldesa elevó el tono y aseguró que abriría un «periodo de reflexión» en el seno de su Corporación municipal para decidir cómo afectará esto a las relaciones con el PSC.

En septiembre, con todos los focos sobre Colau para ver si cedería espacios en Barcelona para el 1-O, Sánchez defendió el pacto con la alcaldesa , aunque esta apoyara la consulta. «Cuando los socialistas se meten en un gobierno, se incorporan con todas las consecuencias y eso está por encima de cualquier consideración», afirmó el líder del PSOE en aquel momento.

En Madrid, de momento, no parece afectar este asunto. De hecho, sobre los socialistas, que sostienen a Carmena en el Ayuntamiento, sobrevuela la idea de una posible entrada al Gobierno municipal, aunque no parece probable que se vayan a incorporar en este momento, con las elecciones a la vuelta de la esquina. También hay pactos entre PSOE y Podemos en gobiernos autonómicos como el de la Comunidad Valenciana o el de Castilla-La Mancha , y en ciudades como Sevilla, Valladolid u Oviedo. Habrá que esperar para ver cómo afectan las tensiones entre ambas formaciones a los pactos de gobierno y si Sánchez, tras su apoyo definitivo a la unidad de España, puede seguir manteniendo este juego de equilibrios.