Rubalcaba: «Dejaré el Gobierno cuando sea incompatible con el partido»

Sáenz de Santamaría ha estado tajante frente a Rubalcaba y ha despertado el ánimo de una adormecida bancada popular. «Ahora dice que sabe lo que necesita España. Hace falta valor. Usted es lo último que necesita España», ha acusado la portavoz del PP. «Cuánto le gustan los cargos y qué poco las responsabilidad», ha añadido.

Los ataques de Sáenz de Santamaría y la algarabía de otros diputados del PP mientras hablaba Rubalcaba han obligado a éste a un gesto poco habitual: se ha dirigido al presidente del Congreso, José Bono, para pedirle ayuda: «Si me dejaran hablar, presidente, sería fantástico».

Tras la petición de auxilio parlamentario, Rubalcaba ha advertido al PP que no piensa callarse, y que seguirá diciendo «lo que no quieren oír». «Voy a seguir diciéndoles algo tan sencillo como que piensen alguna vez en el interés general, que no hace daño a nadie», ha subrayado.

Sáenz de Santamaría le había recordado que hace 20 años llegó al Gobierno de Felipe González , «y ahora en 20 días quiere darse a conocer como persona ajena al Gobierno de Zapatero. Pero usted también forma parte de este Gobierno». La portavoz del PP le ha reprochado, en concreto, su actitud inicial ante la crisis de los pepinos. «Explique a los agricultores qué hacía usted desde el 26 de mayo». En concreto, le ha afeado que no viajara a Almería hasta una semana después de las primeras acusaciones de Alemania. «Usted da la cara sólo cuando se ha resuelto el problema para luego presumir de que es un político audaz», ha añadido.

Rubalcaba ha optado por dirigirse a Mariano Rajoy, su futuro rival en las urnas, a quien ha criticado por su «magnífico lapsus freudiano» al hablar de «Estado de bienestar africano». Además, ha aprovechado para atacar a los populares sus «disparatadas acusaciones» sobre el estado de las cuentas públicas en Castilla-La Mancha y les ha recomendado que imiten a Angela Merkel, porque ella apoyó a la consejera de Hamburgo en su denuncia falsa, aunque era «difícil», mientras que el PP en vez de «ayudar al Gobierno» optó por «meterse con el Gobierno».