Rajoy pide respeto a la Ley, y Guerra, que no se presione al TC

Aguirre dijo del presidente del Gobierno que es «el que nos ha metido en este lío» y cuestionó a aquellos que dudan de la legitimidad del Tribunal Constitucional. Precisamente la presidenta regional invoca a que la Constitución se fundamenta en la «indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas», según consta en las tarjetas de invitación para la recepción del 4 de diciembre en la sede autonómica para conmemorar el Día de la Constitución.

Por su parte, Núñez-Feijóo animó al TC a que sólo acepte la «presión de la Carta Magna» al tiempo que manifestó su deseo de que los magistrados que lo componen «estén a la altura de su cargo y de su deber».

Fuera del PP, quien puso el contrapunto al editorial fue el ex vicepresidente del Gobierno y actual presidente de la comisión constitucional del Congreso, Alfonso Guerra. En declaraciones a Ep censuró las «presiones» al TC y recordó que este órgano decide sobre la constitucionalidad de las leyes, pero «no hace política» ni debe «medir» las «consecuencias» que en ese ámbito tengan sus decisiones. Tampoco comparte la tesis de quienes defienden que el TC no puede contravenir la opinión que el pueblo catalán expresó en el referéndum de ratificación. «Ellos reivindican una soberanía dividida que no existe», explicó. Además se mostró partidario de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad.

Desde UPyD, su parlamentario vasco, Gorka Maneiro, consideró el editorial un «ejercicio cutre de caciquismo del siglo XXI en la España constitucional», donde los diferentes partidos «defienden intereses territoriales».