Rajoy espera «el momento», pero no confía en que Sánchez cambie

La escenificación ayer del acercamiento entre PSOE y Podemos, que tuvo como marco los pasillos y sala de prensa del Congreso de los Diputados, no le impresionó ni un poco a los populares, convencidos como están de que es sólo «un acto más del sainete que lleva protagonizando Pedro Sánchez desde el 20-D». Así lo explicó Rafael Hernando, cuando aún Sánchez estaba dando explicaciones sobre el resultado de su encuentro con Iglesias.

Aunque el PP mantenga muchas dudas sobre el fondo de la cuestión - «no hay cambio; no vemos ningún avance; es la misma alternativa que existía desde el primer momento»-, no cabe duda de que su partido está actualmente fuera del foco en relación con los pactos de gobierno. Toda la atención la tienen Pedro y Pablo -por su reunión- y Ciudadanos -como llave que puede permitir tanto la combinación que proponía Iglesias como la que planteaba Sánchez-.

Los populares parecen resignados a esperar. Interpretan que el líder socialista está haciendo «un intento a la desesperada de ocultar lo que fue el peor resultado electoral de la historia de su partido» y se dedica a «dar tumbos a derecha e izquierda» tratando de buscar la fórmula para «salvar su pellejo».

Pero consideran que las alternativas que proponen no sirven: la de Podemos -una investidura con 161 votos a favor- supondría que «los de Ciudadanos se fueran al bar» mientras se vota, algo que considera inviable. La del PSOE -contar con los 199 votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos- tampoco la contemplan - «no veo a Albert Rivera permitiendo un gobierno de coalición así», dijo Hernando-.

La suya sigue en pie: gobierno presidido por PP con apoyo del PSOE y, si quiere, de Ciudadanos. De momento, Pedro Sánchez no parece dispuesto a atender esa llamada pendiente de Rajoy, pero confían en que cambie de opinión a medida que pasan las semanas y se vaya acercando el final del plazo para otra posible investidura. «Las presión social es cada vez mayor», afirman los populares, convencidos además de que los españoles «están ya hartos de este juego».

En el fondo, todos confiesan que detrás de cada una de las actitudes de los partidos lo que hay es «una posición estratégica», que tiene mucho que vercon las próximas elecciones. Pero aún no es tiempo de hablar de las urnas que pueden venir, sino de las que hablaron el 20 de diciembre. Y esas, según el PP, pasan porque gobierne «el que fue el partido más votado, y no el de Pedro Sánchez».

Confrontan datos: el socialista «sólo ganó en cinco provincias de España, y Rajoy en 39; Sánchez en una comunidad autónoma, y el presidente en funciones en 14». No esperan ningún cambio de actitud en Ciudadanos respecto a la entente PSOE-Podemos porque «sería un error histórico».