El PP marca su espacio frente a Vox y se aparta de una moción de censura

Los ‘cantos de sirena’ sobre la moción de censura , la segunda de la legislatura después de la protagonizada por Abascal en octubre del año pasado, comenzaron en Vox. Desde este partido se puso el foco en Casado, en pleno ascenso del PP en todas las encuestas, para que se pusiera al frente de una nueva moción. De entrada, que sea Vox el que quiera marcar el paso del PP ya causa un rechazo frontal en Génova. Pero, además, los populares, que siempre miran con recelo las apelaciones que reciben del partido de Abascal, desconfiaron de sus intenciones desde el primer momento.

En el equipo de Casado mantienen que una moción de censura se presenta y se defiende cuando se puede ganar. Solamente en ese caso y en ningún otro. Todo lo demás, advierten fuentes próximas al líder del PP consultadas, supone fortalecer al presidente del Gobierno supuestamente censurado , y que si sale vivo de ese trance acaba apareciendo como ganador ante la opinión pública. Ahora que Sánchez se está hundiendo en las encuestas, sostienen en el PP, una moción de censura podría ser su flotador.

Pedro Sánchez es tan consciente de esa posibilidad que la aprovechó en su beneficio en el último debate en el Congreso de los Diputados. Sin cortarse nada, animó a Pablo Casado a presentar esa moción. «Atendiendo a su oposición destructiva estos últimos tres años , la única actitud lógica y cabal que les queda es la presentación de una moción de censura, ofrecerse como alternativa, poner a prueba cuáles son sus argumentos, cuáles son sus apoyos de peso, cuál es el origen de esos apoyos», explicó el presidente. Eso sí, le advirtió de que si opta por ese camino deberá asumir el resultado y permitir «que el Gobierno gobierne y las instituciones funcionen».

La líder de Ciudadanos se unió al coro de voces que invitan, de forma un tanto envenenada, a Casado a presentar la moción. «Yo le digo, señor Casado, que si usted presenta una moción de censura, no tenga ninguna duda de que la apoyaremos. ¡No tenga ninguna duda! », le soltó en el Pleno. Un tanto optimista, Arrimadas aseguró que «quién sabe» si no se producía alguna sorpresa en el resultado.

Y Santiago Abascal provocó así a Casado:«Señores del Partido Popular, asuman su responsabilidad y presenten una moción de censura contra este Gobierno. El señor Sánchez se cree que usted no se atreve, señor Casado, porque está seguro que usted no puede ponerle en apuros». Abascal garantizó a Casado que si presentaba una moción, tendría el apoyo de Vox, «sin reproches». El líder de Vox ve posible, además, que salgan las cuentas. «Dicen que no dan los números. ¿Lo han comprobado? ¿Han hablado ustedes con el resto de los partidos?»

Tal y como está configurado ahora mismo el Parlamento, el éxito de una moción de censura parece más un deseo de algunos partidos que una posibilidad real. No hay que irse muy atrás. La reciente votación sobre los indultos concedidos a los independentistas puede servir de ejemplo. Unas horas después de que el Consejo de Ministros aprobara los indultos a los nueve condenados por sedición y malversación, el Congreso debatió una proposición de ley del PP que suponía de hecho una votación sobre la medida del Gobierno. Al final, el Ejecutivo consiguió el apoyo de 192 diputados, con 150 votos en contra y tres abstenciones. La realidad es que Sánchez cuenta con esa mayoría en uno de los momentos más complicados de la legislatura, y ante una de las medidas más polémicas y discutidas que pueda tomar en su mandato.

Sánchez fue investido presidente en segunda votación con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones. Pero ese resultado ajustado es engañoso ante una moción de censura, que es constructiva, y por tanto lo que se votaría es la supuesta candidatura de Pablo Casado. Es evidente que los ocho diputados de Junts o los dos de la CUP que se opusieron a la investidura de Sánchez no iban a votar a favor de Casado. El líder del PP podría obtener los 89 votos de su partido, los 52 de Vox, los 10 que logró Ciudadanos en las urnas, los dos de Navarra Suma y el de Coalición Canaria. En total, 154 votos. Quizás podría ganarse el del Partido Regionalista de Cantabria:155. Incluso si negociara con el PNVy lograra su adhesión, llegaría a 161, una hipótesis improbable, pues Aitor Esteban ya ha mostrado su total rechazo a la moción. La mayoría de la Cámara seguiría estando en contra.

Ante esta realidad, el PP no quiere perder un minuto en dar vueltas a la moción de censura . En este caso, y a diferencia de lo que ocurrió en octubre, ha dejado clara su posición desde el primer minuto, y además ha aprovechado para marcar su espacio frente a Vox. Su estrategia es otra, y pasa por exigir la dimisión de Sánchez y pedir elecciones inmediatas. El PP fijó su postura en cuanto Sánchez aprobó los indultos y consumó su engaño a los electores, a quienes prometió lo contrario en la campaña electoral:«Llegó al poder con una mentira, y ahora son los españoles los que tienen que hablar», sostienen en el PP.

A la vista de las encuestas, que reflejan de manera casi unánime una nueva mayoría del PP, con el hundimiento del PSOE agravado por los indultos, Casado está convencido de que España está ante un cambio de ciclo. Por eso cree que la mejor opción es devolver la voz a los españoles en las urnas. Además, con la petición de elecciones, los populares quieren enviar el mensaje de que este Gobierno está caducado y la legislatura agotada y en tiempo de descuento. «Sánchez sabe que en cuanto convoque elecciones se marcha, de ahí su nerviosismo», advierten en el PP. «No vamos a apoyar ninguna iniciativa que no sea ganadora y que solo sirva para dar oxígeno a Sánchez», insisten desde Génova. Y en este momento, solo ven posible una opción capaz de reflejar el vuelco que se ha producido en las encuestas y una nueva mayoría política:las urnas.

Al acabar su intervención ante Sánchez en el último Pleno, Casado insistió en ese camino marcado por el PP: «Dimita, disuelva el Parlamento y convoque elecciones. Solo así podrá quizá indultarle la historia». Esta posición permite al PPtener su discurso propio frente al intento de Vox de marcar el ritmo y el paso en la derecha. Eso sí, en las filas populares son plenamente conscientes de que hay una larga legislatura por delante, y que es probable que Sánchez agote al máximo su mandato y lo exprima hasta principios de 2024, sobre todo si no consigue revertir las tendencias. «Es capaz de mantener prorrogados los presupuestos para no desgastarse con nuevos pactos», avisan.