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Pablo Iglesias quiere que el PSOE no le culpe de la investidura fallida

El cruce de reproches por las «mentiras» ha deteriorado la relación entre los dos partidos

Pablo Iglesias EFE

V. RUIZ DE ALMIRÓN/ G. SANZ

La semana ha resultado para Podemos un tobogán de emociones políticas. Después de pasar por ser la única formación que no dialogaba con nadie, el lunes pasado, a propuesta de IU, se sentó en la mesa «a cuatro» con los socialistas en busca de un « ... gobierno de izquierdas» y ha terminado dando una patada al tablero. «Decepción» era la palabra que empleaba el miércoles pasado, a las cuatro de la tarde, Íñigo Errejón para justificar por qué Podemos no iba a ir ya a la reunión con el equipo negociador del PSOE tras el espectáculo que acababan de ver: la firma del pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera , a bombo y platillo, en la Sala Constitucional del Congreso, seguida de sendas ruedas de prensa reclamando a los demás que se sumen a la «segunda transición» que ellos pretenden protagonizar.

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