El PSOE ve «inadmisibles» las propuestas de Podemos en economía, RTVE y cargos

Hay 18 aspectos de las propuestas de Podemos que coinciden con las del PSOE, según reconocen ellos mismos. Pero las que chocan directamente -hasta el punto de calificar algunas como «inviables»- y las que no aparecen -pero sí lo hacen en el programa socialista, según recalcan éstos- son muchas más.

Lo primero que critican en el PSOE, ya en el preámbulo del documento, es que Podemos dedique buena parte del mismo a «definir la estructura del Gobierno y la Administración General del Estado y a la identificación de una multiplicidad de cargos públicos» , cuando eso es «competencia del Presidente» y sólo se hablará sobre ello «tras la negociación del programa de gobierno». Traducido, esto supone el «no» socialista a la pretensión de Iglesias de ser vicepresidente, una cuestión que se trataría, de hacerse, entre las fuerzas políticas que lleguen a un acuerdo y cuando éste se alcance, no antes.

Entre las medidas del documento de Podemos consideradas inadmisibles por el PSOE, están las relativas a las políticas económicas: Las propuestas de la formación morada «están fundamentadas en un incremento desorbitado del gasto público y un desmesurado aumento de impuestos»; su aplicación tendría «un efecto negativo sobre el crecimiento económico, la creación de empleo, el incremento del déficit y la deuda pública», y su aplicación «pondría en riesgo la solvencia de España» y su credibilidad.

No convencen al PSOE ni la petición de Podemos de retrasar 3 años el cumplimiento del objetivo del déficit, ni la de renegociar la deuda - «es sencillamente inviable»-, ni la de incrementar el gasto público en 96.000 millones de euros - «pondría en riesgo la incipiente y vulnerable recuperación económica» -. Y mucho menos les gusta la subida de impuestos , que el PSOE cree que haría recaer el esfuerzo fiscal «sobre las rentas del trabajo, fundamentalmente medias y bajas».

Dentro de este mismo capítulo, rechazan la petición de Podemos de derogar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, ya que «dejaría un vacío legal, incompatible con nuestros compromisos europeos »; ellos prefieren reformar la ley, en lugar de derogarla.

Los socialistas dicen claramente «no» a la idea de Podemos de alcanzar un nuevo pacto en materia de propiedad intelectual: «Pone en cuestión la protección de los derechos de propiedad intelectual». Ni les gusta que el presidente de RTVE salga de entre personas «comprometidas con el programa de Gobierno», ya que supone «renunciar a recuperar la independencia y pluralidad».

Esta misma propensión a nombrar cargos, en este caso relacionados con la persecución de la corrupción, que defiende Podemos le parece al PSOE una «obsesión por el control político de instituciones » que es «incompatible con las exigencias de regeneración democrática».

Obviamente, el PSOE no comparte lo relativo a un referéndum de autodeterminación que establecía Podemos como «irrenunciable», y aquí radica el principal escollo entre ambos partidos, que probablemente dinamitará cualquier posible acuerdo de gobierno entre ambos. Tambien rechaza que se consulte a los ciudadanos sobre la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones militares internacionales -ya lo vota el Congreso, aduce-.

Entre las ausencias que encuentra el PSOE , las hay llamativas: la reforma de la Ley Hipotecaria para eliminar las cláusulas declaradas abusivas por el Tribunal de Justicia de la UE -un olvido inexplicable en un partido tan cercano a los movimientos antidesahucios-; considerar la beca como un derecho; o un Pacto contra la Violencia de Género son algunas de las «lagunas» que los socialistas han hallado en el documento programático de Podemos.

Con el que sí están de acuerdo en algunos aspectos : un estatuto básico de la Agencia Tributaria, un nuevo marco de relaciones laborales, el permiso de paternidad de cuatro semanas o recuperar la universalidad en la sanidad pública.