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Moncloa, laboratorio electoral de Pedro Sánchez

Aún no ha dado una rueda de prensa en España, pero Moncloa inunda las redes de fotos íntimas de un Sánchez cercano

Pedro Sánchez posa con gafas mientras trabaja desde un avión ABC
Víctor Ruiz de Almirón

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Camino del primer mes desde que Pedro Sánchez prometió su cargo como presidente del Gobierno le hemos visto ya en muchas facetas tendentes a potenciar su imagen como líder del Ejecutivo. No le hemos visto todavía en una rueda de prensa en suelo español. Ha dado sus primeras conferencias de prensa en sus viajes a París, Bruselas y Berlín.

En estos primeros compases de su mandato siguen siendo muchas las incógnitas, pero en la estrategia de Sánchez ha quedado una cosa clara: va a exprimir al máximo los resortes que le da la plataforma de La Moncloa para construir una imagen de presidente que le permita ganar las próximas elecciones. Un escenario que hace poco más de un mes parecía altamente improbable.

«Uno de los hechos fundamentales va a ser el peso de la comunicación en este mandato», asegura Lina Cabezas, consultora de Asuntos Públicos de Atrevia, que lo ve como cree que es algo consustancial al perfil de Sánchez: «Responde a un rasgo del presidente. La orientación a la imagen no es nueva en él».

Uno de los primeros ejemplos de esta estrategia se vieron en el primer viaje oficial a París y a Bruselas, cuando el Gobierno inundó la red con imágenes del presidente en el avión presidencial. Una instantánea en concreto, con las gafas de sol puestas y junto a uno de sus asesores, buscó el paralelismo con John F. Kennedy.

Cabezas lo interpreta como un intento evidente por «potenciar su imagen» mostrando «un talante más serio y presidenciable». Una estrategia que funciona por asociación, algo que hace constantemente Albert Rivera, y que Sánchez empieza a hacer: «En los primeros pasos busca encontrar similitud con otros liderazgos muy fuertes como Trudeau o Macron» .

Todos los expertos coinciden en que en términos de comunicación política lo que representó la campaña electoral de Obama en 2008 marcó un antes y un después. Y que la estrategia que Sánchez y sus asesores siguen no es por tanto inusual, pero los primeros pasos indican que será la línea de actuación. «El propio Sánchez es así, no solo por sus asesores. En comunicación política está prácticamente todo inventado», plantea Ignacio Martín Granados , consultor político y miembro del Consejo directivo de ACOP.

«La personalización o americanización de la política, no solo en las campañas electorales sino también en la comunicación gubernamental, se inventó décadas antes de que Sánchez llegara al poder. Pero es cierto que el nuevo inquilino de La Moncloa y sus asesores se han sumado con especial entusiasmo a esa tendencia y como un escaparate para mostrar una combinación de liderazgo presidencial, modernidad y cercanía», opina Luis Tejero , consultor político y asociado de Mas Consulting.

También lo opina así Cabezas, «la comunicación va a ser fundamental porque estamos ante un Gobierno con una vida muy corta que tiene que crearse rápidamente esa imagen. Va a ser un gestión enmarcada en una campaña electoral continua. La Comunicación es mucho más relevante que en un contexto normal». En parte porque la situación parlamentaria le impide ser un presidente que aborde grandes cambios: «Mucho maquillaje pero no grandes reformas, eso no va a llegar ahora», opina Martín Granados, que cree que Sánchez se centrará en «acciones pequeñas fáciles de vender».

Se les va de las manos

En estos días la estrategia de comunicación sufrió un revés con el criterio prácticamente unánime de lo poco adecuado del tuit desde la cuenta oficial de Moncloa con una sucesión de imágenes de las manos de Sánchez acompañadas del mensaje: «Sus manos muestran la determinación del Gobierno».

Lina Cabezas resalta sobre este estilo de comunicación que «es importante marcar el equilibrio», que a cada tema que lo acompañe un gesto. Pero cree que cabe preguntarse «¿hasta dónde el gesto se va a comer la política?».

Para Luis Tejero ese tuit fue «el tropiezo más evidente del primer mes del Gobierno Sánchez desde el punto de vista de la comunicación». Lo considera «innecesario, artificial y forzado» , además de «doblemente desafortunado por enviarlo desde la cuenta oficial de La Moncloa, un espacio institucional en el que chirría la propaganda. Es importante no atravesar la delgada línea que separa la sutileza del ridículo».

Sobre el estilo de comunicación en torno a la figura del presidente Tejero piensa que es adaptada a los tiempos, al perfil del presidente y a la realidad política del país. Pero advierte: «El riesgo es pasarse de la raya y que terminemos más pendientes de las redes del presidente que de sus discursos y decisiones».

Humanizar

¿Qué aporta ver a un presidente del Gobierno haciendo deporte o jugando con su mascota? «Humanizar y demostrar ese lado más íntimo del gobernante. Eso tiene un gancho. Ya no se ve la política como algo tan frío. Se busca conectar», plantea Lina Cabezas, que lo define como «representación por semejanza», reconociendo que ese «era uno de los puntos fuertes de Rajoy, él siempre transmitió esa imagen de cercanía».

Una estrategia que se asocia al jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, aunque la secretaría de Estado de Comunicación asume en primera persona esta estrategia. «Con sus aciertos y con las cosas que igual no se han entendido tanto», dicen. Pero estos expertos consultados no creen que la dinámica cambie. «Se va a prestar más a eso. Es un personaje fotogénico», vaticina Martín Granados, que cree que vender el aroma más humano es fundamental para llegar a «gente que no consume noticias políticas».

Su planteamiento es que Sánchez utilizará estos dos años en Moncloa como plataforma electoral. «Para tratar de rearmar una imagen institucional y solvente, para ganar las elecciones y que pueda sumar mayoría absoluta sumando solo con un partido. Algo que firmaría hoy en día». La intención fuerza es robar votos a Podemos y Ciudadanos: «Va a jugar mucho en la transversalidad y en no enfadar a nadie».

También cree Tejero que el equipo de Sánchez va a volcarse en promocionar de forma constante su imagen: «Las palabras tienden a evaporarse; las fotografías y los vídeos permanecen. Es otra manera de fijar en las mentes de los ciudadanos –y potenciales votantes– la imagen que se quiere transmitir del presidente y futuro candidato a la reelección». Porque también es de los que piensa que todo queda ya orientado a las urnas: «La larga precampaña empezó el mismo día que salió adelante la moción de censura».

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