Detienen a un chico de 17 años acusado del crimen de la niña de Arriate
Tres muestras de ADN encontradas en la caseta coinciden plenamente con el de «El Vaquilla»
p. Muñoz / c. morcillo / p. d. almoguera
La Guardia Civil ha detenido a un joven de 17 años como presunto autor de la muerte de María Esther Jiménez , la niña de 13 años que apareció asesinada en una caseta de Arriate (Málaga) el pasado día 20 de enero. El arrestado ... es un vecino del pueblo con el que la menor tenía amistad, llamado Rubén y al que apodan «El Vaquilla» («El Vaca», cuando era más joven, porque sufría sobrepeso) , según confirmaron a ABC fuentes de la investigación. Las pruebas de ADN halladas por los agentes en la caseta de la depuradora en tres lugares distintos, incluida una prenda de vestir de la niña, coinciden plenamente con las muestras tomadas durante los primeros días al ahora arrestado.
Después de que a las 15.00 horas de la tarde de este jueves concluyera el primer registro realizado por la Guardia Civil en relación con la detención del menor, los investigadores acaban de iniciar un segundo registro en la casa de los padres del arrestado. La vivienda está ubicada en una zona conocida como «Parchite» del citado municipio y donde el menor detenido solía dormir.
Los investigadores de la Comandancia de Málaga y de la Unidad Central Operativa tenían claro desde la semana pasada quién era el autor del crimen, pero decidieron esperar unos días hasta tener todos los análisis y determinar si el autor contó con algún cómplice o bien pudo explicar a alguien lo ocurrido. De hecho se había barajado que se produjeran más detenciones y aún no está claro si tendrán lugar en los próximos días en función de la declaración del menor.
Desde primera hora de la mañana, los agentes se desplazaron a Arriate donde ya vigilaban al sospechoso desde hace unos días y llevaron a cabo un registro en su casa en la calle Vinillas de la que se llevaron ropas y otros enseres personales. El menor solía quedarse en la vivienda de su abuela en el municipio, aunque sus padres viven en otra en el campo.
Al parecer, Rubén había quedado con María Esther en la caseta, lugar de encuentro de algunos jóvenes de la localidad, y por causas que aún se desconocen la golpeó con una piedra en la cabeza hasta desfigurarle la cara. El presunto asesino dejó su rastro genético, clave para la resolución del caso. Algunas fuentes apuntan a que incluso el menor podría haber planeado la muerte de la niña con antelación. Rubén ha sido trasladado a dependencias de la Guardia Civil donde cuentan con 24 horas para tomarle manifestación hasta que pase a disposición de la Fiscalía de Menores.
La noticia ha causado una gran conmoción en la localidad en la que corría el rumor de la implicación de Rubén en el crimen desde hacía días. En las inmediaciones del domicilio que se ha registrado en el centro del municipio se han concentrado numerosos vecinos, que hablan de Rubén como un chico «problemático». De hecho, en el pueblo se había rumoreado con la posible implicación del joven en la muerte de la niña. No obstante, todo son parabienes para su familia, a la que definen como «muy buenas personas». En la vivienda, propiedad de los abuelos de Rubén y donde éste se quedaba muchas noches a dormir, se encuentran en estos momentos integrantes del laboratorio criminalístico de la Guardia Civil, además de la autorización judicial.
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