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Juan Fernández-Miranda

El lastre Puigdemont

Torrent ha conseguido estirar los plazos un poco más, tal vez solo unas horas. Pronto, la pelota estará de nuevo en su tejado

Juan Fernández-Miranda

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Entre la espada y la pared, el señor Torrent ha sido incapaz de liberarse del fantasma del expresidente fugado. La pregunta es: ¿qué hace falta para que asuma que Carles Puigdemont no puede ser presidente de la Generalitat ? Su estrategia es estirar la legislación – ... en este caso el reglamento- hasta que no haya más remedio que asumir la tozuda realidad. El problema es que en Cataluña la política se ha convertido en uno de esos espejos deformados que devuelven un reflejo irreal: un independentismo que respeta la Ley, un Puigdemont en el exilio, un presidente del Parlamento libre para tomar decisiones. Nada de esto es real, pero Torrent seguirá esquivando a la tozuda realidad mientras exista un resquicio, por mínimo que sea en la legislación.

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