El juez Garzón asegura que «no existe entorno de ETA, sino que todo es ETA»

Vidal de Nicolás tomó la palabra para destacar la «pesadilla en la que estamos instalados los vascos que no compartimos la imaginaria nacionalista». Denunció el control que el «Gobierno excluyente» de Juan José Ibarretxe realiza sobre los medios públicos de comunicación del País Vasco, que llega incluso a alcanzar hasta los partes meteorológicos.

El presidente del Foro de Ermua subrayó que ETA «tan solo ha preservado a dos estamentos: al nacionalismo llamado democrático y a la Iglesia». Sobre la revista, añadió que es una tribuna abierta y reclamó para la misma el esfuerzo de todos, en especial de los intelectuales.

A continuación, Baltasar Garzón señaló que ETA, además de las armas, ha sabido utilizar la palabra para hacernos creer la «mentira» de que su complejo político y social «no es terrorismo». El juez criticó a quienes al referirse al terrorismo internacional no establecen diferencias entre las organizaciones terroristas y quienes los apoyan y, en cambio, sí separan lo que es ETA de sus grupos afines. En este sentido, Garzón afirmó que «no existe entorno de ETA, sino que todo es ETA».

Esta opinión fue apoyada por el ministro de Justicia, Ángel Acebes, quien hizo una extensa exposición sobre las medidas que el Gobierno español y la UE han adoptado para combatir el terrorismo. Sobre la última de ellas, la «euroorden», Acebes destacó que se trata de una iniciativa española y que ha supuesto que la «extradición haya pasado a la historia». El ministro destacó que el objetivo de «Papeles de Ermua» es defender «una convivencia asentada en los valores de la Justicia y de la libertad».

Por su parte, la catedrática Edurne Uriarte afirmó que, dentro de la lucha antiterrorista, combatir el entorno etarra «es una nueva etapa». Subrayó que la lucha contra este fenómeno debe hacerse desde la acción de los ciudadanos -en ella situó a la revista-, la acción del Estado y, en tercer lugar, desde la acción judicial y policial. Por ello, consideró «necesario fortalecer la legitimidad del Estado como defensor de la libertad».