Iglesias resucita la posibilidad de un gobierno alternativo y Sánchez lo niega

Con la connivencia de los partidos nacionalistas, el líder de Podemos volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de armar un Gobierno alternativo «si Rajoy fracasa» . Sus palabras, a la entrada de la Diputación Permanente, causaron un gran revuelo, pues en esos momentos no había pistas respecto a que el encuentro entre Rajoy y Rivera fuese a acabar con el PP aceptando las condiciones de Ciudadanos.

Después de haber dado por «prácticamente imposible» esta posibilidad en julio, Iglesias rompía su silencio para desvelar al menos una conversación con Pedro Sánchez en la que ambos habrían coincidido en cómo deberían gestionarse los próximos acontecimientos. « Pedro Sánchez y yo hemos hablado por teléfono , dentro de la normalidad, y coincidimos en que hay que esperar a ver qué apoyos consigue Rajoy. Me ha trasladado que ellos van a votar que no y cuando Rajoy se presente, si efectivamente fracasa porque felizmente el PSOE maniene su palabra, habrá que explorar otras alternativas y eso será lo más sensato».

Iglesias dejó entrever que la sintonía con Sánchez iba más allá. «Si fracasa, estamos de acuerdo los dos en que habrá que dialogar y que un Gobierno progresista es lo que necesita España». Iglesias pidió al PSOE estudiar esa posibilidad y que «antes de explorar unas terceras elecciones podamos explorar la alternativa de un Gobierno progresista».

El PSOE no esperaba ese impacto. A la salida de la reunión de la Diputación Permanente , Sánchez no quiso pararse a atender a los medios, que no obstante trataron de arrancarle al líder socialista una confirmación. Sánchez admitió haber hablado con el líder de Podemos, pero enmarcó la misma en sus contactos habituales «con otros líderes políticos», e insistió en que «es el tiempo de Mariano Rajoy».

El PSOE tardó cuatro horas en reaccionar oficialmente. Lo hizo a través de un comunicado en el que pretendieron hacer tres «precisiones»: en primer término que se fije una fecha para la investidura, añadiendo que «como es sabido, el voto del PSOE será negativo en dicha investidura». Esa negativa es a la que se agarró Iglesias para lanzar su órdago; pero en ese comunicado se cerró la puerta al mismo, a pesar de que su redacción no descartaba hacerlo en el futuro: «En ninguún caso el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha abordado con ninguna otra formación política la negociación para la formación de un gobierno alternativo ante el hipotético fracaso del señor Rajoy». Ningún portavoz del PSOE hizo más valoraciones, pero como se advierte en el comunicado no se cierra la puerta a abordar esos contactos en el futuro.

Podemos resucitó así esa posibilidad, y reconoció que se ha vuelto a abrir un canal de comunicación que llevaba semanas roto. Pero como es habitual combinó su intento de cortejo a los socialistas con una afirmación en la que coincide con el PP y Ciudadanos: «La decisión sobre si habrá elecciones o no la tiene que tomar el PSOE».

Las palabras de Iglesias se reforzaron con las del que sería un aliado imprescindible para poner en pie su fórmula alternativa: el portavoz de ERC, Joan Tardá , que responsabilizó al PSOE de no ser capaz de articular una alternativa» para «enterrar políticamente a la derecha». Y recordó que el PSOE ya pactó con ellos en el pasado para construir una alternativa al PP: «En el año 2004 enterramos políticamente al señor Aznar y ahora podríamos enterrar políticamente al señor Rajoy y a su avatar político: el señor Rivera».

Las palabras de Iglesias sirvieron para hacer suya la estrategia de su número dos, Íñigo Errejón , que nunca había desistido en su empeño por armar una alternativa al PP. El miércoles, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, dio por hecho que lo intentarán: «Después de que fracase la investidura de Rajoy nos sentaremos a hablar con el PSOE, porque no hay otra alternativa: o Gobierno del PP, de progreso o terceras elecciones»