España y Marruecos: nuevos gobiernos, nuevos retos
El desafío tras una cumbre bilateral llena de buenas intenciones será ir de las palabras a los hechos y no retroceder cuando surjan nuevos rifirrafes, que surgirán
España y Marruecos: nuevos gobiernos, nuevos retos
A finales de 2011 Marruecos y España estrenaban gobiernos. Con ellos llegó el propósito de hacer borrón y cuenta nueva en unas relaciones que nunca han sido fáciles . Ni siquiera los exagerados esfuerzos desplegados durante las dos legislaturas socialistas para no molestar al vecino ... del sur fueron suficientes para evitar choques de gran calibre. Baste recordar la crisis de las vallas en 2005 con la expulsión de cientos de inmigrantes y la muerte de una quincena de ellos, el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar o el enfado de Rabat por las visitas del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y Sus Majestades los Reyes a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Tanto el presidente Mariano Rajoy como el primer ministro Abdelilá Benkirán, aunque este empujado por el rey Mohamed VI, han decidido intentar dejar de lado –que no olvidar- los constantes litigios para tratar de sacar provecho, como ha recordado el mandatario español, de «aquello que nos une». Así ha quedado escenificado en la décima reunión de alto nivel (RAN) atascada durante casi cuatro años y celebrada este miércoles en la capital marroquí, cuyos términos han quedado fijados en la «Declaración de Rabat» y en la firma de ocho acuerdos en materias diversas.
El reto es seguir la senda marcada en esta reunión y al mismo tiempo ser capaces de resolver los encontronazos que ambas partes consideran inevitables aunque traten de minimizarlos en estos momentos de deshielo de las relaciones. De hecho, el asunto más sagrado en la política exterior del reino alauí, la ex colonia española del Sahara Occidental, ni siquiera estuvo encima de la mesa durante la RAN. Tampoco Ceuta, Melilla, los peñones y los islotes que Rabat sigue reclamando a España. La «Declaración de Rabat», que recoge un calendario de reuniones periódicas , habla del respeto a “la independencia, la soberanía y la integridad territorial de cada país”, sin entrar en más detalles ni citar territorios concretos.
La «Declaración de Rabat» recoge un calendario de reuniones periódicas
En lo que también pareció un acuerdo tácito por ambas partes, no se aireó el polémico desalojo de decenas de inmigrantes subsaharianos que el mes pasado lograron llegar a uno de los islotes españoles frente a Alhucemas y que, en medio de las críticas de organizaciones de derechos humanos, fueron trasladados de nuevo a Marruecos y después ala frontera de Argelia sin las garantías prescritas por la ley y de forma similar a como lo hacía el Gobierno del PSOE.
Rajoy, que dijo encontrase «en casa de un buen amigo», prefirió hablar de las nuevas comisarías conjuntas abiertas recientemente en Algeciras y Tánger; de la ayuda prestada por Marruecos para extinguir el incendio de La Gomera; del deseo de impulsar la enseñanza del español en las escuelas marroquíes, donde el francés y el inglés llevan años de ventaja; del casi millón de marroquíes que viven en España aunque muchos lo hagan bajo el yugo de la crisis, y, sobre todo, de las oportunidades que ambas orillas del estrecho de Gibraltar se ofrecen mutuamente para poder salir de la crisis económica.
Ese fue el centro sobre el que giró la reunión bilateral en la que España anunció que va a ampliar la línea de financiación abierta en Marruecos en 2008 aportando 400 millones de euros para facilitarle el camino a las empresas españolas en el vecino del sur.
Marruecos asistirá como invitado observador a la próxima cumbre iberoamericana
El presidente español dijo que España va a seguir siendo un valedor esencial de Rabat en el desarrollo de su Estatuto Avanzado con la UE, lo que le facilitará un acercamiento máximo sin llegar a formar parte de sus instituciones. En otro intento de abrir aun más a Marruecos al mundo, el país magrebí asistirá como invitado observador a la próxima cumbre iberoamericana que se celebrará el mes próximo en Cádiz.
Los ocho acuerdos firmados durante la RAN abarcan la educación, la cultura y el deporte, la facilitación de visados, escuelas diplomáticas, la sociedad de la información, el transporte o el turismo.
Mohamed VI y Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, que transmitió un mensaje a través de Rajoy el miércoles, quieren ser también pilares de esta nueva era de relaciones en paz. Nada que ver, por tanto, con el vendaval que se vivió hace una década con el conflicto del islote Perejil. En julio de 2002 el rey Mohamed VI se casó con la informática Salma Bennani y ni una sola autoridad española estuvo presente en la celebración del enlace.
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