España, aliviada por la buena salud del Rey

Tres horas de cirugía para descartar un cáncer. A mediados de semana recibirá el alta médica

España, aliviada por la buena salud del Rey

Un soplo de alivio y alegría recorrió ayer España cuando los médicos que intervinieron a Su Majestad el Rey descartaron el cáncer. Cinco horas antes, un comunicado del Palacio de La Zarzuela había despertado a los españoles con la inquietante noticia de que Don Juan ... Carlos estaba siendo sometido en el Hospital Clínic de Barcelona a una operación quirúrgica de un nódulo en el pulmón derecho. Su tamaño: 19 por 12 milímetros y su rápido crecimiento -hace un año medía dos milímetros-, unido al hábito de fumar del Rey, habían hecho pensar a los médicos en un inquietante pronóstico que sólo se desterró durante la operación, cuando el análisis de Anatomía Patológica que se realizó sobre la marcha descartó la presencia de células malignas y confirmó que se trataba de una lesión benigna, posiblemente de origen infeccioso.

Con sentido del «humor»

Anoche Don Juan Carlos descansaba en el hospital, «muy animado» y sin perder el sentido del «humor», según explicó la Reina, que le estuvo acompañando desde primera hora de la mañana. «Yo estoy feliz porque ya ha pasado todo», manifestó. Doña Sofía almorzó en el comedor del personal sanitario, tipo autoservicio, y a media tarde bajó al vestíbulo del centro para agradecer ante la prensa las muestras de afecto recibidas y la atención del hospital. Don Juan Carlos también recibió la visita de su hija Doña Elena y entre hoy y mañana irán sus otros dos hijos, que se encontraban fuera de España, siempe que no les afecten los cierres de los aeropuertos por las cenizas volcánicas.

Mientras operaban al Rey el Príncipe de Asturias representaba a España en la toma de posesión de la nueva presidenta de Costa Rica. Un gesto para transmitir normalidad que refleja también el sentido del deber de Don Felipe, aunque estaba deseando regresar a España para visitar a su padre. Igual que la Infanta Doña Cristina, que llegará mañana de Washington, donde reside. El Príncipe, que había hablado con la Reina por teléfono, dijo que el Rey había bromeado antes y después de la operación, celebró que «todo haya salido perfecto» y aseguró que «no ha sido un susto porque estábamos tranquilos con el equipo medico y todo ha ido muy bien». Don Felipe ha estado informado «en todo momento» del estado de salud de su padre

El Rey, que recibirá el alta «en tres o cuatro días», estaba anoche en una habitación de planta, incómodo y con los dolores inevitables de toda operación, pero tranquilo y relajado después de conocer su tranquilizador diagnóstico. Atrás quedaban doce días de inevitable inquietud, pero que logró revestir de una ejemplar serenidad, y en los que mantuvo todos los actos programados. El último se celebró la víspera, cuando recibió al vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden. Don Juan Carlos se encuentra «muy bien» y «muy animado»

Hasta la mañana de ayer, sólo Don Juan Carlos, sus médicos y su entorno más próximo sabían que había una operación programada. Aunque los rumores se dispararon la noche del viernes, la Casa del Rey, con su habitual prudencia, prefirió informar a la opinión pública en el último momento, minutos antes de que Don Juan Carlos fuera sometido a anestesia general. La noticia cogió por sorpresa a la sociedad, ya que la última información oficial facilitada sobre la salud del Rey, con fecha de 27 de abril, aseguraba que Don Juan Carlos se había sometido al habitual reconocimiento médico anual y que todas las pruebas efectuadas habían ofrecido unos resultados «plenamente satisfactorios». Sin embargo, fue durante esa revisión médica cuando se detectó el crecimiento anormal de una calcificación pulmonar que ya había sido detectada en revisiones anteriores.

Tal y como explicó ayer el doctor Avelino Barros, jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, «todas las pruebas realizadas los días 26 y 27 de abril eran normales y así se informó en un comunicado». Sin embargo, después se estudiaron las pruebas «más a fondo y se compararon con las de años anteriores». Se observó que una pequeña calcificación en el pulmón, que no tenía ningún significado patológico, había crecido y se decidió hacer una nueva prueba, un PET-TAC, que se efectuó el 28 de abril. En esa prueba se vio que había «actividad en esa zona» y, consultados otros especialistas, ese día se decidió su extirpación.

La fecha de la operación dependió de la agenda del Rey, pero se procuró que fuera sábado para no interferir en el funcionamiento del hospital. La intervención a la que fue sometido Don Juan Carlos no hizo necesaria la adopción de ninguna medida especial. En este sentido, la Constitución establece en su artículo 59 que «si el Rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales, entrará a ejercer inmediatamente la regencia el Príncipe».

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