Rivera busca escorar a Podemos y abanderar el «cambio a mejor»

En el inicio de la pasada campaña, los estrategas de Ciudadanos definieron un esquema que obviaba a Podemos. Eran los tiempos en los que las encuestas situaban a Rivera no ya por delante de Podemos, sino con algunos sondeos apuntando a que podría superar al PSOE. Daban a Iglesias por amortizado. Un error que terminaría por ser fatal . Tras las elecciones el partido hizo un ejercicio de autocrítica en el que reconoció que les lastró el tono excesivamente blando que emplearon. «No bajar al barro», decía Rivera aquellos días.

Después de dos años en los que la política vivía en torno al eje nueva-vieja política, este adelanto electoral ha vuelto a polarizar la campaña entre los ejes clásicos de izquierda-derecha. Una campaña polarizada entre el PP y Podemos, más si cabe tras su unión con Izquierda Unida. Este escenario es el peor posible para los de Rivera , que tratarán de mantener con vida el discurso de la nueva política. «Ese eje va a tener fuerza por sí mismo», señala José Manuel Villegas, que dirigirá la campaña del partido. Se muestra convencido de que «el proceso de sustitución de los viejos partidos no se va a revertir» , aunque reconocen que un escenario de repetición electoral puede tener efectos impredecibles.

Villegas trabaja estos días junto a su equipo en estudiar cómo afectará en cada circunscripción la unión de Podemos e Izquierda Unida. Reconocen que existen «dudas» sobre esos efectos, pero no dudan en calificarlo como «un riesgo» para sus intereses en varias circunscripciones. Por eso Rivera entrará directo al cuerpo a cuerpo contra Iglesias en una estrategia que tratará de confrontar los modelos económicos de ambas formaciones.

El partido trabaja en una versión del programa «más esquemática y fácil de comunicar» y en el que tendrán una importancia especial las medidas de regeneración política. Ya es una coletilla habitual de Rivera los últimos días referirse a Unidos Podemos como un acuerdo de Iglesias «con el partido comunista». La combinación de ambas estrategias pretende vender a Ciudadanos como el verdadero impulsor de la renovación política, pero desde un prisma de moderación y reformas. Lo que en campaña se definirá como «un cambio a mejor» . En la estrategia política están trabajando el diseño de campaña junto a Villegas el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, y Miguel Gutiérrez, que estos meses ha sido el secretario general del grupo parlamentario.

Si Ciudadanos va a salir a plantearle la batalla a Podemos es porque todas las encuestas indican estabilidad pero con muchos riesgos de perder representación, aunque no porcentaje de voto, por el efecto de la suma Garzón-Iglesias. Pero también porque, pese a la distancia ideológica entre ambos partidos, existe transferencia de voto entre ambos. «Los datos del CIS nos han desvelado que hubo votante moderado que votó a Podemos» , recuerda Villegas.

De los electores que se ubican en el 5, –en una escala ideológica en la que 1 es extrema izquierda y 10 extrema derecha–, un 13,7% votó Podemos. También compite muy bien entre los electores que se ubican en el 4, donde el PSOE es hegemónico, al contrario que Rivera que cree que tiene margen para crecer entre esos electores. Más tras su pacto con Pedro Sánchez. En la dirección del partido asumen que ese acuerdo y el llamamiento del PP al voto útil les pasará factura en el electorado de centroderecha . Pero también aseguran que las encuestas siguen revelando que hay votantes del PP que abandonan a Rajoy y cuyo «destino natural» es Ciudadanos. A ese elector y al moderado del PSOE irá dirigida la idea central de campaña: «Ciudadanos es un partido moderado, para la clase media española y si es decisivo habrá un Gobierno estable».