Críticas a Colau por no usar a los antidisturbios de la Urbana

Durante la primera jornada, en la que hubo 157 hogueras callejeras , algunas voces cuestionaron tanto el número de efectivos de bomberos, por insuficiente, como la acción de la Guardia Urbana en la batalla campal, que hizo sólo funciones de tráfico. Anteayer, con la situación descontrolada , las quejas de sindicatos policiales se centraron en denunciar, una vez más, el desmantelamiento hace un año de la Unidad de Apoyo Policial (USP), cuyos cerca de 150 miembros efectuaban actuaciones como antidisturbios y fueron reconvertidos entonces a una unidad de apoyo a emergencias que estos días no ha intervenido.

Así, colectivos sindicales, como CSIF, hablan de «frustración» o «malestar mayúsculo» y denuncian que Colau «llama a la movilización, pero retira a su policía para evitar la confrontación». Con un tono algo similar se mostraron ayer los grupos municipales de Ciudadanos y PP en el Ayuntamiento, que pidieron a Colau que la Urbana pueda actuar al lado de los Mossos y la Policía Nacional, alegando que cualquier ayuda tiene que ser bienvenida para frenar incidentes.

Fuentes municipales, sin embargo, recordaron ayer a ABC que la Guardia Urbana no tiene competencias en orden público – competencia de los Mossos – y puntualizaron que, además, en ningún caso ningún otro cuerpo policial les ha requerido otras funciones que las que ya están desempeñando durante los momentos de tensión.

Por otro lado, el Ayuntamiento informó ayer de que dará apoyo económico y logístico a la entidad Iridia, que está atendiendo estos días a las víctimas de lo que denuncian es «violencia policial» en las protestas contra la sentencia del «procés» . Así, el Centro de Recursos de Derechos Humanos del Ayuntamiento reforzará el servicio gratuito de Iridia y además se les ha cedido un espacio en las oficinas municipales para atender a heridos.

Esta cesión pareció un intento del Gobierno municipal de acercar posturas con el separatismo, después de unos días en los que este sector ha atacado duramente a la alcaldesa. Por un lado, porque dos días después de aceptar un pleno extraordinario propuesto por ERC y JpC para condenar la sentencia, ella se desdijo y anuló la cita, alegando que el debate no podía ser sereno con tanta tensión en la calle. También porque Colau lleva días siendo muy crítica con Quim Torra. «Agradeceríamos que el presidente estuviera presente, que lanzara un mensaje claro y contundente de calma», llegó a decir la alcaldesa a primera hora de ayer, antes de que el «president» insinuara un nuevo referéndum. También le reprochó la «cero autocrítica».