IU consulta a sus bases sobre un acuerdo con Podemos que todavía no se ha alcanzado

El proceso de acercamiento entre Podemos e IU ya se ensayó en los meses previos a las elecciones del 20 de diciembre de 2015 , entonces sin éxito debido a las exigencias –entre ellas, de práctica invisibilidad– que Pablo Iglesias impuso a las siglas de Alberto Garzón. Cinco meses después, los contrapesos han cambiado y, de acuerdo con los sondeos, es IU quien mejora expectativas en relativa proporción a la pérdida del voto del partido morado, que esta vez está mostrando un mayor interés en alcanzar una confluencia.

A su favor están las cifras demoscópicas, que avanzan –aunque todavía con timidez– que la unión de Podemos, IU y otras siglas minoritarias que está en germen cosecharía un buen éxito, quizás tanto como para dar el «sorpasso» (vocablo italiano que significa «adelantamiento») al PSOE.

Ese el sueño de la izquierda ajena al socialismo. Y también de Garzón, que lunes quiso restar importancia a los rumores que apuntan a que la discusión sobre su puesto en las listas de Madrid –se ha dicho que Iglesias quiere mandarle a encabezar Málaga, su ciudad natal– podría frustrar el acuerdo. «Para mí no supone un elemento de bloqueo. Creo que hay que ser generosos (...), pero es parte secundaria de una negociación que nos supera a todos», afirmó el líder de IU en una entrevista concedida a la radio. Yaclaró: «Nosotros ni somos de Podemos, ni queremos ser de Podemos, simplemente somos de IU en un espacio de colaboración con otras fuerzas».