Ciudadanos rechaza la prórroga de un mes y advierte a Sánchez: o ellos o ERC

«La mesa de negociación ya me dirán cómo puede solucionar una pandemia », ironizó Bal, que sustituyó a Inés Arrimadas –de baja por su inminente maternidad– en la rueda de prensa posterior al Comité Permanente de Cs, e hizo elegir a Sánchez si negocia con ERC o con ellos. Con los dos a la vez, con un mes de prórroga y la mesa de gobiernos en escena, es imposible.

Bien es cierto que con la abstención del PP en la anterior prórroga tampoco habría decaído el estado de alarma si Cs hubiese cambiado su voto, pero, por primera vez desde la investidura, Sánchez cambió de aliados. Con ERC en el «no», el presidente del Gobierno negoció con Arrimadas para cosechar su aval a una cuarta ampliación y garantizar así, junto a los votos de PNV, Más País y regionalistas, que la prolongación salía por mayoría absoluta.

En aquel debate, sin embargo, Pablo Casado ya avisó a Sánchez de que el PP pasará al «no» mañana. Algo que unido al enfado de Compromís y de Coalición Canaria –que piden respectivamente el fin de la unilateralidad y abrir el grifo con el turismo– complica la situación del Gobierno y le obliga a que ERC y Cs al menos se abstengan. El presidente confirmó el sábado su intención de solicitar esta vez una ampliación de «alrededor de un mes» y Cs, clave en la última votación, se niega.

Pero el límite temporal –Bal recordó que Sánchez dijo sentirse «cómodo» al obtener la confianza del Congreso cada quince días–, no es el único escollo. En el partido de Arrimadas preocupan los contactos sostenidos la semana pasada con ERC y que una de las reivindicaciones de este partido sea retomar cuanto antes la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Ejecutivo autonómico de Quim Torra .

Para el apoyo a la cuarta prórroga, Cs logró desvincular los ERTE de la vigencia del estado de alarma, establecer un contacto semanal con el Gobierno y el compromiso de buscar un «plan B» para no depender siempre de una medida excepcional. Aunque están satisfechos con esas condiciones, son insuficientes para una quinta prórroga.

Según explicó ayer Bal, lo primero que debe hacer ahora Sánchez es renunciar a extender el estado de alarma por más de quince días y, después, y solo entonces, negociar con Cs. Un primer paso fue concretar ayer la extensión del uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos, como le pidió Arrimadas a Sánchez el martes.

El PNV sigue siendo el aliado más fiel al Gobierno de coalición PSOE-Podemos . Su apoyo se da por hecho después de que Iñigo Urkullu , mucho más conciliador en la reunión de presidentes del domingo, lograra el plácet para convocar elecciones en julio . Los nacionalistas vascos arrancaron en la última negociación la famosa «cogobernanza» para la desescalada . Sánchez le prometió la semana pasada a Aitor Esteban que el decreto será «distinto» y el partido de Andoni Ortuzar pide que se tienda a un estado de alarma «light». «Queremos ver en qué se plasma ese nuevo estado de alarma más descentralizado y ver cuál es su duración definitiva», apuntan desde Bilbao, donde no se cierran a una prórroga de un mes siempre y cuando la excepcionalidad se limite a la movilidad de la población y a la cuestión de orden público.

Por parte de los grupos independentistas catalanes, la negociación sigue centrándose en la recuperación para la Generalitat de la competencia total en materia sanitaria. Tanto ERC como JpC quieren conseguir en la votación de mañana que la máxima autoridad en la materia deje de ser el Ministerio de Sanidad , dirigido por el catalán Salvador Illa .

Marta Vilalta (ERC) señaló ayer que el voto de su partido sigue siendo un «no» a la prórroga del estado de alarma, pero confirmó que seguirán «negociando». Eso sí, la portavoz de los independentistas advirtió al Gobierno: «Se tendrá que esforzar más y entender que estas reivindicaciones no son un capricho».

En la misma línea se posicionó JpC este lunes. En la negociación con el Gobierno han planteado cinco propuestas para que su «no» se convierta en una abstención, siendo la primera el reconocimiento de Torra, presidente autonómico, como la «autoridad competente» en lo que queda de crisis sanitaria.

En cualquier caso, las dos formaciones no plantean la llamada mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, para tratar la reivindicación secesionista, como requisito imprescindible. Dan por hecho que la mesa se retomará. Parece poco probable que el Congreso tumbe mañana la prórroga, pero con seguridad Sánchez deberá escoger sus compañeros de viaje.