Calvo se queda sin respuesta al PP ante una pregunta sobre armonización fiscal

Los populares retiraron la pregunta directa de fiscalidad, pero Camins, senadora por Madrid, sustituyó a Salomé Pradas en una pregunta sobre la valoración de la vicepresidenta del «cumplimiento de la Constitución por parte del Gobierno». Y fue aquí donde intentó que el Ejecutivo se pronunciara.

La cuestión cogió tan desprevenida a la vicepresidenta que no fue capaz de responder y se limitó a realizar una larga cambiada descargando la responsabilidad de este problema en la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: «Hablará cuando le corresponda».

En su primera respuesta, la vicepresidenta afirmó que «cumplimos con toda la Constitución, menos con el artículo 127», relativo a la renovación de los magistrados del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), «porque ustedes son necesarios, pero no ayudan».

Esta escueta respuesta le sirvió a la senadora del Grupo Popular para introducir el debate sobre Madrid y acusar al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias, con la complicidad de Gabriel Rufián, de «ponerse de acuerdo para cepillarse el modelo fiscal que ha sido un gran éxito» y de querer hundir a esta Comunidad «en su infierno presupuestario (...) y freirnos a impuestos, cuando han votado todo lo contrario, que le bajen los impuestos». Camins afirmó que «prefieren entregar a la Comunidad de Madrid atada de pies y manos, a ver si tumban a la señora Ayuso. Quieren frenar la locomotora de España».

La senadora calificó de «perverso» el objetivo que pretende el presidente Pedro Sánchez, ya que «estamos ante un oscuro peaje en la sombra que le pagan ustedes a esos socios para aprobar unos presupuestos de la vergüenza que convierten a España en una subasta de intereses». Además, afirmó que Madrid es un «bastión liberal».

Calvo, que no se esperaba esta cuestión, se limitó a responder que «la ministra de Hacienda va a hablar cuando le corresponda» e insistió en que el Gobierno cumple con la Constitución «desde el principio». En esta réplica también se remontó a la época de Manuel Fraga y su relación con el PP, afirmando que: «Ustedes, con Fraga, un ministro que se sentaba en la dictadura de Franco, se pusieron de perfil para entender las autonomías que ahora reivindican».

Finalmente, Calvo desvió la cuestión acusando al PP de situarse en «la bronca política».