El bloqueo sitúa a ocho ministros entre los más veteranos

«El Gobierno está en funciones, pero funcionando» , comentan en La Moncloa. Es una afirmación cierta solo a medias, ya que al estar cesados todos sus miembros, por Real Decreto de 21 de diciembre de 2015, su acción está limitada al despacho ordinario de los asuntos públicos y solo puede tomar medidas en caso de urgente necesidad, si se ve afectado el interés general.

Los ministros siguen en sus puestos a medio gas, a punto de superar en muchos casos las marcas de permanencia en sus ministerios. Una facultad que excede por completo la competencia de un Gobierno en funciones es el nombramiento o cese de altos cargos. Así, un presidente en funciones no puede cambiar a su Ejecutivo, cuyos ministros, ya cesados por decreto, acumulan meses a la espera de la formación del nuevo Gobierno, y de su futura permanencia o no en sus cargos. En la situación inédita que vive España se produjo un hecho novedoso el 15 de abril, cuando el ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, presentó su dimisión , por los «papeles de Panamá». Rajoy no pudo nombrar un ministro nuevo, y encargó sus funciones al ministro de Economía, Luis de Guindos.

Desde que el 21 de diciembre de 2011 se formó el primer Gobierno de Rajoy, se mantienen en el mismo puesto ocho de sus ministros , mientras que ha habido relevos en Justicia, Educación, Agricultura y Sanidad, más la vacante de Industria y Energía. Los ocho ministros más «veteranos» de Rajoy llevan en sus cargos 1.670 días.

Soraya Sáenz de Santamaría lleva camino de superar marcas en la vicepresidencia, pero aún tiene por delante a María Teresa Fernández de la Vega (2004-2010) y Alfonso Guerra (1982-1991), pero ya ha adelantado a Rajoy, que fue vicepresidente entre 2000 y 2003. En el PP se da por hecho que es una «fija» en otro Gobierno de Rajoy.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo , está aún lejos de los seis años y medio de Moratinos (2.378 días como ministro), y de los casi siete años de Fernández Ordóñez (2.911 días), pero son los únicos que le superan en la democracia. Peso pesado del Ejecutivo, Rajoy cuenta con él para su equipo.

Pedro Morenés es el segundo ministro de Defensa que más tiempo ha permanecido en su puesto desde la Transición. Solo le supera Narcís Serra, que estuvo más de ocho años, con González como presidente. Morenés ha expresado en alguna ocasión su deseo de no continuar como ministro.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, está aún lejos de alcanzar a Rubalcaba, que se mantuvo en ese puesto 1.917 días seguidos, pero cerca de Jaime Mayor Oreja, con 1.760 días. La grabación de su conversación con el jefe de la Oficina Antifraude catalana en el Ministerio complica su posible récord de permanencia.

Cristóbal Montoro ha batido su marca, y la del PP, ya que en el Gobierno de Aznar fue ministro de Hacienda durante cuatro años, pero en su Ministerio, muchas veces unido a la cartera de Economía, le superaron Solchaga (1985-1993, en Economía y Hacienda) y Solbes (2004-2009, también en Economía y Hacienda). El ministro de Economía, Luis de Guindos , también tiene por delante a Solchaga y Solbes, con sus dobles carteras, así como a Rato. La ordenación que decida Rajoy sobre estas dos áreas que son el eje de su Gobierno condicionará el futuro de ambos.

Ana Pastor también se ha situado en los puestos de cabeza de permanencia en Fomento, solo por detrás de Magdalena Álvarez (1.815 días) y de Sáenz de Cosculluela (2.193 días en Obras Públicas). Pastor, de la máxima confianza de Rajoy, tiene muchas posibilidades de seguir en el futuro Gobierno, en esta o en otra cartera. La ministra de Empleo, Fátima Báñez está en un Ministerio que desgasta como ninguno:Empleo. De hecho, nunca antes un ministro había estado tanto tiempo ahí desde la Transición. Báñez tiene el fuerte aval de Sáenz de Santamaría para continuar en el equipo.

Junto a los ocho más «veteranos», los llamados «emergentes» pisan fuerte: Rafael Catalá, Isabel García Tejerina e Íñigo Méndez de Vigo han adquirido peso para continuar, mientras que Alfonso Alonso mira más en este momento a las elecciones vascas.