Bárcenas 'confiesa' la Caja B y apunta a Rajoy: «Era perfecto conocedor»
Presenta un escrito ante la Fiscalía Anticorrupción que materializa su decisión de volar los puentes con el PP
El extesorero del PP Luis Bárcenas ha remitido un escrito a la Fiscalía Anticorrupción en el que materializa su intención de volar los puentes con el Partido Popular al sentirse engañado después de que su mujer y contra «la promesa» que le habían «hecho ... llegar» , haya entrado en prisión condenada en firme por el caso Gürtel. Su 'confesión', a la que tuvo acceso ABC, abarca diversos aspectos sobre la supuesta caja B del partido, cuya existencia confirma, y las donaciones finalistas o no, que recibía la formación.
«De todas estas actuaciones era perfecto conocedor don Mariano Rajoy, hasta el punto que a principios de 2009, tuvimos una reunión en su despacho, en el que le mostré los papeles de esa contabilidad B espetándome que cómo podía seguir conservando toda esta documentación comprometedora que terminó, personalmente, destruyéndola en la máquina destructora de papeles sin saber que yo guardaba copia », afirma.
Entra en este punto la conexión con Kitchen , un supuesto operativo para policial desarrollado en desde el Ministerio del Interior bajo gobierno de Rajoy entre 2013 y 2015 para sustraer al extesorero documentación comprometedora como esta a la que hace referencia en su escrito, y que se investiga en otro juzgado de la Audiencia Nacional.
Bárcenas asegura que los implicados en la Kitchen lograron «la sustracción de documentación sensible al Partido Popular» y afirma que efectivamente, hubo un «robo en el estudio» de su mujer, Rosalía Iglesias, al que en en esa causa consta que entraron.
« Desaparecieron pendrives y diversos papeles que eran comprometedores a esta pieza y a otras que están siendo investigadas», asegura. Ahí estaba la copia de «gran parte» de la documentación que afirma, mostró a Rajoy y este destruyó sobre la marcha. En el procedimiento judicial esos supuestos hallazgos no han aparecido.
Este movimiento de Bárcenas no se produce en un momento cualquiera. El próximo lunes comienza en la Audiencia Nacional el juicio por la financiación de las obras en la sede del PP en Génova. Bárcenas afronta cinco años de prisión y el propio partido se sienta en el banquillo en calidad de responsable civil subsidiario. Y el tesorero ya había hecho trascender que colaboraría con la justicia a partir de ahora y que para aquella sesión, habría novedades.
Según expone en su relato a la Fiscalía, que no lleva aparejado anexo o documental que pruebe sus afirmaciones, «desde el año 1982 existió institucionalizado un sistema de financiación del Partido Popular con percepciones en B que se realizaban a través de donativos » y que en lo que respecta a esa pieza que se juzga a partir del lunes, «parten del periodo 2004 a junio de 2008, siendo ya presidente Rajoy, secretario general Ángel Acebes y tesorero, Álvaro Lapuerta».
Detalla que en 2007 «existían unos ingresos anotados en esa contabilidad paralela, contabilidad B, por cuantía de unos 500.000 euros y en el ejercicio de 2008, algo más de un millón de euros, de los que se destinaron en torno a 900.000 con cargo a aquellos fondos B a la remodelación de la sede del PP en Madrid».
Las donaciones a la caja B
Bárcenas sostiene que esa «caja B» se nutría «de donativos o aportaciones efectuadas por personas relacionadas con empresas beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas» mediante «entregas en metálico» a Lapuerta, «persona de la máxima confianza del partido», que él habría presenciado.
Concede que «la inmensa mayoría de estos donativos no tenían una naturaleza finalista», si bien «las principales donaciones procedían de beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas» y en todo caso, habría «concretos casos en los que sí concurrió aquella motivación».
Se reserva la oportunidad de contárselo al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Santiago Pedraz, que instruye la pieza separada sobre la presunta financiación ilegal del partido, dado que dice, no es el caso de las obras de la sede que se van a enjuiciar.
El extesorero explica que «parte de estos donativos no se recogían en la contabilidad» que el PP presentaba al Tribunal de Cuentas para «poder destinarla a otros fines» y para ello, de acuerdo a su versión, no se registraban datos identificativos del donante ni las cantidades y «en muchas ocasiones» se ingresaban en efectivo «fraccionando las cantidades en tantos abonos como fuesen necesarios para no superar la cuantía de 60.000 euros».
Parte de esos donativos «en torno a 1.200.000 euros , terminaron ingresándose en el Banco Victoria y en el Banco Popular, mientras que otras cantidades que se iban percibiendo quedaban depositadas en la caja fuerte» de su propio despacho.
Un audio sobre los sobres
Luego, el dinero salía en forma de «retribuciones, complementos de sueldo, compensaciones» para personas vinculadas con el partido. Señala directamente a Rajoy, Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo como «las personas que recibieron estos complementos salariales».
Dice que las entregas, en un sobre «con el nombre correspondiente», las realizaban en persona Lapuerta o él, que era quien sacaba el metálico de la caja fuerte «con una periodicidad que dependía de la liquidez». Asegura que existe una grabación en poder de una persona que señalará llegado el momento «por razones de oportunidad procesal» en la que Lapuerta hablaba de esas entregas en metálico y «se menciona, entre otros, expresamente, a Mariano Rajoy».
Las obras de Génova
En cuanto a la reforma de la sede en sí, asegura que la ejecución se negoció con Unifica -cuya representación legal estará en el banquillo de los acusados igualmente- en reuniones en las que él participó junto al también acusado y representante de la empresa González Urquijo.
«Se acordó pagar parte de la ejecución con dinero procedente de la caja B, con la finalidad de dar salida a dichos fondos y obtener al mismo tiempo un descuento », afirma. Para poder hacerlo de este modo, se emitió documentación durante la obra con «datos que no se correspondían a la realidad». Y los pagos «no se contabilizaron ni se declararon a Hacienda», según su declaración.
El texto, firmado de su puño y letra el 26 de enero, concluye expresando su voluntad de colaboración y su interés por prestar declaración en el caso Púnica y en la mencionada pieza abierta dentro de la investigación de Gürtel que analiza las llamadas comisiones finalistas, es decir, las anotaciones de donaciones en la caja B que él mismo registraba.