El asesino de Pioz no sufre patología mental alguna, según el informe psiquiátrico

« No cumple los criterios diagnósticos necesarios para poder ser incluido en patología psiquiátrica », añaden los forenses, que precisan que Patrick Nogueira hizo ante ellos «un relato desafectivizado, siendo capaz de reconocer la ilicitud de los mismos. Es capaz de relatar los hechos anteriores, como la compra de material, (arma blanca, bolsas, etc) con total precisión, no relatando momentos muy puntuales de los hechos acontecidos».

Durante la entrevista con los profesionales, Nogueira «mostró una actitud arrogante y prepotente, egocéntrica, con total ausencia de empatía [...] Se detectan actitudes manipuladoras, frialdad emocional, y afecto superficial». Todos rasgos de un psicópata, que es lo que sería el criminal según el criterio de los profesionales que lo examinaron.

El acusado se define a sí mismo como «tranquilo» aunque presenta comportamientos y pensabientos «obsesivos», como cuando describe su obsesión «por el fútbol y la violencia», que son los dos «leit motiv» de su vida.