CDC, ante una semana judicial clave: los casos Palau y 3 por ciento se suman a la declaración de Homs

Acosados por los escándalos de corrupción y respondiendo ante la justicia por ignorar los dictados del Tribunal Constitucional (TC), los líderes del PDECat (formación heredera de CDC) no imaginaban tal exposición mediatico-judicial en tan breve espacio de tiempo. Sin embargo, como si fuera una metáfora de un tiempo que las encuestas apuntan a su fin -en beneficio de ERC-, CDC puede pasar a la historia no por ser el partido central de la reciente época de Cataluña, sino por crear un entramado de financiación irregular que afectó a todos los espacios de la vida política. Cuyo eco quieren ocultar con la reivindicación secesionista tensionando a la sociedad catalana.

La vista oral del juicio conocido como caso Palau -que determinará la cifra expoliada y si CDC se financió irregularmente- sienta en el banquillo a Daniel Osàcar, extesorero convergente y de la Fundación Trias Fargas (luego Catdem y vinculada al partido).

El fiscal pide para él siete años y seis meses de prisión. A Osàcar -como antes a su antecesor en el cargo y ya fallecido, Carles Torrent- se le sitúa como el hombre que se reunía con Fèlix Millet y Jordi Montull, máximos responsables del Palau de la Música, para cobrar supuestamente las comisiones que Ferrovial entregaba a la institución cultural a cambio de contratos de obras públicas con la Generalitat. Osàcar sería el recaudador . Y el Palau de la Música, el intermediario. Las mordidas que habrían llegado a CDC estarían entre el 2,5 y el 3,5 por ciento del coste de la obra pública adjudicada; y entre el 0,5 y el 1,5 por ciento, para Millet y Montull.

En total, la Fiscalía calcula que CDC habría recibido 6,6 millones de euros de forma irregular entre 1998 y 2009. De esta cantidad, más de 3,7 millones salieron del Palau en el mismo bolsillo de Osàcar y otros 630.655 euros fueron a parar a la fundación de CDC.Curiosamente, el juicio oral que dio comienzo el pasado miércoles se tuvo que hacer en la Ciudad de la Justicia -mejor habilitada para un macro juicio de estas características que el Palacio de la Justicia-, cuyas obras (y las de la línea 9 del metro) se vieron afectadas, según la investigación judicial, por las supuestas mordidas a CDC.

Los últimos movimientos apuntan a que Montull podría confesar la trama que vincula a CDC, a cambio de una rebaja para su hija Gemma Montull, exdirectora financiera del Palau, para quien el fiscal pide 26 años de prisión. Millet también estaría negociando con la Fiscalía. Pronto lo sabremos.

Por si la fase oral del caso Palau no fuera suficiente castigo para el PDECat, ABC reveló la semana pasada nuevas evidencias de que CDC habría cobrado ilícitamente jugosas comisiones , entregadas por constructoras a cambio de obras públicas en diversos municipios a partir de 2009. Como en el caso Palau, el vértice de la trama es el tesorero de CDC. En este caso, Andreu Viloca, sustituto de Osàcar tras la renuncia de este por la causa judicial abierta contra él.

En paralelo y retransmitido por las televisiones, Homs daba cuenta la semana pasada ante el TS, y poco antes Artur Mas, Joana Ortega (UDC) e Irene Rigau, ante el TSJC, por desobedecer al TC el 9-N.

A falta de concretar la fase final de otros casos de corrupción en los que está implicada CDC , como por ejemplo el caso Pujol, las derivadas de sus hijos, el caso Adigsa, el caso ACM, el caso Innova y el caso de las ITV; el futuro del PDECat no puede desligarse de la historia de CDC.

Estos lodos nacen de aquellos polvos: Banca Catalana, Javier de la Rosa, caso Pretoria, caso Clotilde, Lluís Pascual Estevill o caso Ferrocarriles de la Generalitat. Nombres que marcan una época.