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Sánchez pide al PSC que evite la «nación catalana» en campaña

Contra Tsipras: «Hay referéndums que son armas de destrucción democrática»

Sánchez pide al PSC que evite la «nación catalana» en campaña EFE

gabriel sanz

A Pedro Sánchez se le han «torcido» dos asuntos que pueden acabar teniendo mucha influencia en el resultado del PSOE en las próximas elecciones generales: la defensa de la «nación» catalana por parte del PSC y la evolución de Grecia . El líder socialista, quien durante su reciente presentación como candidato a La Moncloa sorprendió luciendo una bandera española de varios metros de largo, sabe que el discurso de sus socios catalanes debilita el suyo en el resto de España. Por eso, ayer, durante la reunión de la Ejecutiva Federal, instó a Pere Navarro a que el PSC evite hablar de «nación» catalana durante la campaña para las elecciones autonómicas del 27-S, aseguran a ABC asistentes al encuentro. Fue en réplica a una intervención previa del exprimer secretario del PSC, que intentaba poner en valor lo que supuso para el «federalismo» la denominada «Declaración de Granada» impulsada Alfredo Pérez Rubalcaba hace ahora dos años.

PSOE y PSC han logrado apaciguar su eterna disputa conceptual con un programa del que los socialistas catalanes han quitado el «derecho a decidir» (lo llevaban en los comicios de 2012), pero, aún así, insisten en su histórica reivindicación de reforma constitucional para que Cataluña sea considerada «nación» . Que el resto del partido haya decidido pasarlo por alto públicamente para evitar males mayores no significa que no le preocupe.

De hecho, los adversarios políticos, básicamente PP y Ciudadanos, pero también ERC y los nacionalistas, han empezado a sacudir a los socialistas por ese flanco cuando han visto discrepancias entre cualificados dirigentes como Patxi López -aclaró que el partido solo acepta la «diversidad»- y Carme Chacón, número uno por Barcelona al Congreso, quien asegura que siempre ha estado por la «plurinacionalidad» de España.

Con todo, ese no fue el asunto que mas tiempo ocupó ayer a la Dirección Federal, reunida para evaluar el rotundo «no» de los griegos a la última propuesta de «rescate» por parte de la UE. Una situación «incómoda» para el principal partido de la oposición al que los acontecimientos le están situando en tierra de nadie, entre dos discursos que se retroalimentan: el del PP y el de Podemos.

A puerta cerrada, Pedro Sánchez fue mucho más duro contra el primer ministro griego, Alexis Tsipras, de lo que luego demostró en rueda de prensa . Si ante los miembros de la Dirección Federal llegó a decir: «hay referéndum que son armas de destrucción democrática», según aseguran las mismas fuentes, en público pidió «respeto» por la decisión del pueblo griego -incontestable, inapelable», añadió- e intentó repartir culpas entre el Gobierno heleno y las instituciones comunitarias, a los que instó a negociar ya un tercer rescate sin descartar la reestructuración de la deuda.

A por el votante de Podemos

Por encima de todo, el secretario general del PSOE trata de salirse de ese confinamiento político al que parecen forzarle Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, exigiendo a ambos que no «contaminen» la política española con el tema griego; que no usen «el sufrimiento» de los helenos para su estrategia aquí. Sánchez dice no creer que, a medio plazo, la estrategia de fagocitar al PSOE le salga bien a Podemos, porque los ciudadanos en las urnas se alejan de la radicalidad... pero ayer salió al contraataque .

En un mensaje claramente dirigido al votante de Pablo Iglesias y de las plataformas de izquierda, que pueden ver con simpatía el referéndum griego contra la troika, Sánchez dijo: «Dudo que muchos votantes de Podemos estén viendo con admiración el corralito en Grecia o el cierre de bancos», porque cree que lo que sienten es «más al contrario, preocupación». Sánchez viaja hoy a Bruselas para entrevistarse con sus homólogos de los partidos socialistas europeos; entre otros, el presidente de la República Francesa, Francois Hollande, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, o el líder del SPD alemán y presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Ayer, en Ferraz , ya adelantó cual va a ser su postura, muy alejada de los postulados del SPD , por más que el líder español se esforzara en aparentar que no hay cisma en el socialismo europeo. Quiere un plan de inversiones públicas y que el Banco Central Europeo (BCE) garantizando la «liquidez» de su sistema financiero hasta que se llegue a un acuerdo sobre el tercer rescate.

Pedro Sánchez exige a cambio a Alexis Tsipras que abandone la estrategia de «confrontación» y sea «leal» a sus socios europeos , poniendo en marcha además «las reformas» que necesita Grecia y que pasa por una reforma urgente de la administración pública. El líder socialista recordó que ya en enero el PSOE presentó una propuesta de salida para Grecia en la que incluía la polémica «mutualización» de deuda de todos los países del euro; algo que, de momento, Alemania y los países de centroeuropa rechazan de plano.

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