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Calma tensa en el último destino del cabo Soria

ABC recorre el punto caliente de la misión de la ONU en Líbano, donde cayó muerto el militar malagueño

Calma tensa en el último destino del cabo Soria Valerio Merino

manuel erice

Sobrecoge imaginarse el impacto del proyectil de artillería que reventó la torre de vigilancia en la que el cabo Francisco Javier Soria Toledo se apresuraba a dar cuenta del fuego cruzado entre israelíes y miembros de Hizbolá. El autobús que nos transporta enfila la ... recta de entrada a la posición 4-28, uno de los puntos calientes de la Unifil, la misión de la ONU en Líbano que en este sector lideran las tropas españolas. La atalaya semidescuajada por un disparo israelí, fortuito según la versión oficial aunque entre algunos asoman gestos de recelo contenido, nos avisa de la «tensa calma» que, en palabras de un alto mando, mantiene alerta a cientos de soldados a este lado de la «blue line» (línea azul). Entre los múltiples encontronazos que mantienen Líbano e Israel cuatro décadas después, uno terminó el 28 de enero con la vida del soldado malagueño, junto a Ghayar, ejemplo de pueblo literalmente partido por la mitad, por la línea azul y por la división entre partidarios de uno y otro país. Desde muy cerca partieron los cohetes de Hizbolá que encenderían esa fatídica mañana de enero.

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