La pitada de la Copa del Rey desmonta la estrategia de moderación de Junqueras

Tal como desveló ayer ABC, grupos independentistas quieren aprovechar la final que tendrá lugar en el Camp Nou el día 30 entre Athletic de Bilbao y el FC Barcelona como altavoz de su ideario. Entre estos grupos se encuentra Sobirania i Progrès, asociación fundada por Junqueras y que cuenta entre sus afiliados con dirigentes convergentes como el eurodiputado Ramón Tremosa o el secretario de Inmigración de CDC, Àngel Colom. También está inscrita Mireia Pujol Ferrusola, hija del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Según ha podido saber este diario, existe malestar en la cúpula republicana, ya que su táctica de bajar el tono secesionista de sus mensajes se ha visto desbaratada por el activismo de Sobirania i Progrès. Ejemplo de ese repliegue es la negativa a izar la bandera independentista en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), municipio donde Junqueras es alcalde y aspira a la reelección -en la propaganda electoral no aparecen las siglas de ERC, sino el nombre de la coalición Junts per Sant Vicenç-. Es más: Junqueras ha manifestado públicamente que no es partidario de silbar el himno nacional. «Es bueno ser respetuoso con los sentimientos que un himno o una bandera expresan», dijo.

El coportavoz parlamentario del PP catalán, Santi Rodríguez, considera que la pitada «es un acto más en la cruzada radical de partidos como CDC y ERC contra todo aquello que tenga que ver con España». El popular denunció que «aquellos que se llenan la boca de democracia son incapaces de respetar a las instituciones que también son de los catalanes, y dividen a la sociedad ». Rodríguez cree que la suspensión del partido sería una medida «desproporcionada».

Desde Ciudadanos, su secretario de comunicación, Fernando Páramo, advierte de que «en un país democrático no debería pitarse ningún himno. Es una cuestión de educación y respeto». Sobre la presencia de dirigentes de Convergència y de Esquerra en las plataformas que impulsan esta protesta, consideró que «el deporte no debería politizarse nunca. Se trata de una final para que todos disfrutemos. Los políticos no deberían jugar ese partido, deberían mantenerse al margen». Páramo destacó que en los equipos que se enfrentarán en la final «hay jugadores de la selección española, referentes del fútbol de nuestro país».

El dirigente de Ciudadanos también cree que suspender el partido «sería desproporcionado. Se trata más bien de una cuestión de valores democráticos y civiles. Y nuestro partido defiende el respeto a los símbolos reconocidos en la Constitución y que hemos aprobado todos». Por contra, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, no descartó hace algunas semanas la posibilidad de suspender el partido si se produce este tipo de escarnio. Los Mossos d’Esquadra no tienen previsto el desalojo.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), hizo referencia a la «pitada» en una entrevista a «El Correo». Restó importancia a esta protesta pues, según dijo, «esto ha pasado en otras finales y creo que no deberían cargarse demasiado las tintas sobre la pitada». Añadió que «el fútbol es pasión y es también manifestación de las ideas y opiniones. Todo el mundo tiene derecho a expresarse dentro de un orden». Xavier Trias añadió en este sentido que «para mí lo importante es destacar que Cataluña está viviendo actualmente un proceso político de transición nacional , y que acoger la final de la Copa del Rey no hace más que poner de manifiesto que se trata de un proceso pacífico y democrático, que vivimos con total normalidad».