Cristina Cifuentes: «Yo estoy aquí para sumar, no para contribuir al ruido»

-Entre las siete y las ocho del viernes 6 de marzo, usted recibe una llamada. Es Dolores de Cospedal...

-Sí, y menuda sorpresa.

-No me diga que no lo esperaba. Pero si estaba en todas las encuestas...

-No creí que me fueran a llamar para hacerme ese encargo.

-¿Qué pensó, entonces, cuando la secretaria general le llama el día D?

-Fue curioso porque creí que me llamaba para otro asunto que sí esperaba. Aunque durante todo el día la gente me preguntaba que si estaba nerviosa, la verdad es que no lo estaba.

-Seguidamente, usted habla con Esperanza Aguirre, su compañera de ticket. ¿Se llevan tan mal como dicen?

-En absoluto. Mi relación con ella es bastante buena, por mucho que algunos vean roces inexistentes. Tenga en cuenta que he trabajado con ella desde 2003: he estado con Esperanza en el Comité de Dirección, me nombró responsable territorial y ahora lo soy del comité de garantías.

-¿O sea que no representan a sensibilidades distintas dentro de su partido?

-Lo que creo es que las dos somos las candidatas del PP y a ambas nos ha nombrado el Comité Electoral.

-Entonces, la guerra por el control del PP de Madrid ¿tampoco existe?

-Mire, en esos temas de partido es absurdo entrar. Yo estoy centrada en ganar las elecciones y cualquier otra cuestión al ciudadano no le interesa.

-Pero ¿finalmente Aguirre dejará la presidencia regional si gana el 24-M?

-No voy a entrar en eso porque lo único que aporta es ruido. Yo estoy aquí para sumar, para unir, para hacer una campaña en positivo. Y además vengo dispuesta a contar con todos.

-¿Que incluye al PP de Madrid?

-Por supuesto. Yo no soy una paracaidista que traen de no se sabe dónde.

-¿Lo dice por Ángel Gabilondo?

-Por ejemplo. Yo llevo trabajando toda mi vida por Madrid. Como dice Esperanza Aguirre cuando habla de trabajar, pico y pala, llevo picando piedra, como una más, desde 1979, cuando entré en AP. A mí en los pueblos y en los distritos de Madrid no me ven como algo ajeno o diferente, sino como gente que ha trabajado siempre con ellos.

-Por cierto, hablando de orígenes ideológicos, ¿quién es más liberal, usted o Esperanza Aguirre? ¿Es verdad que usted es más de izquierdas y la expresidenta más de derechas, con opiniones distintas en temas como el aborto o la Monarquía?

-Ese planteamiento que usted hace es totalmente reduccionista. Nosotros somos un partido de amplio espectro. Tenemos un electorado que, con principios y valores claros, no es homogéneo. Somos un partido liberal, con raíces judeocristianas, y que abarcamos desde el centro que representaba UCD a la antigua AP.

-¿Y eso qué significa?

-Pues que, por supuesto, en las cosas esenciales estamos de acuerdo, pero en cuestiones concretas podemos tener discrepancias. Cosa que me parece positiva, porque no somos una secta. Respecto a ese debate sobre quién es más liberal, sí quiero citar aquí algo que decía Bertrand Rusell: «Un verdadero liberal se distingue no tanto por lo que defiende como por el talante con el que lo defiende».

-Volviendo a la elección de candidatos, ¿tardó demasiado Rajoy?

-Se hizo cuando el partido lo creyó. Y todo tiene sus pros y sus contras.

-¿Le parecen adecuadas las formas desplegadas con Ignacio González?

-Este es un tema del que a mí me resulta muy difícil hablar, precisamente porque soy la persona designada para sucederle. Lo que sí puedo decir es que lamento profundamente lo que él está pasando y habría preferido que no hubiera sido así.

-Habló con él el sábado 7, supongo que en unos términos difíciles. ¿Qué le dijo?

-Me gustaría que nadie que ha tenido una gestión y una trayectoria tan buena como la suya tenga que pasar por una situación personal tan dolorosa.

-¿Reivindica su gestión?

-Por supuesto. Su gestión ha sido buenísima y la reivindico absolutamente. Yo voy a proponer un proyecto que va a ir en una línea muy parecida a la de Ignacio. Sus resultados han sido extraordinarios en un momento muy complicado de crisis económica.

-De usted se ha llegado a decir que estaba detrás de las filtraciones sobre el presidente de la Comunidad. ¿Ha tenido algo que ver?

-Eso solo lo he leído en un confidencial. Y es completamente falso, puesto que yo no tengo ni he tenido nunca relación con las personas que aparecen. Mi relación es con la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Eso es totalmente falso, miserable y mezquino. Estoy convencida de que lo ha dicho alguien que tiene ganas de malmeter y ahondar en las heridas.

-¿Es consciente de que lo va a tener difícil para reconquistar el cinturón rojo que votó a Gallardón y Aguirre?

-Ese es un esfuerzo que tenemos que hacer, recuperar la confianza de esos votantes. Espero que mi partido pueda revalidar ese resultado y que los ciudadanos aprecien la gestión de los alcaldes del PP.

-¿Cree que se ha hecho la suficiente autocrítica y tomado las medidas necesarias contra la corrupción que afecta, por ejemplo, al PP de Madrid? Hablo de la Púnica, de la Gürtel...

-Yo siempre hago autocrítica. A mí no me gusta recrearme en las cosas que se hacen bien. También hay que reconocer que hemos hecho muchas cosas mal y se tienen que arreglar. Yo lo llamo tormenta perfecta: la crisis, unida a la corrupción, ha disparado el desafecto, que es buen abono para los partidos que ofrecen cosas imposibles o directamente nada. Pero le dicen al ciudadano lo que quiere oír.

-¿Pactaría con Pablo Iglesias?

-No descarto nadaa, pero me parece difícil de pensar. Francamente, es pintoresco. Otra cosa es que pueda haber diálogo con todos.

-¿Y con Ciudadanos?

-Yo salgo a ganar. Con independencia de eso, si hay que llegar a acuerdos con otros partidos, no tengo inconveniente en hacerlo.

-¿Con qué líneas rojas?

-Las que marcan la unidad de España, la lucha contra el terrorismo, cosas obvias. Pero cuando se plantean pactos tiene que haber programas afines.

-¿Si Rajoy no gana en Madrid será una tragedia para sus propias expectativas electorales unos meses después?

-Ganar no solo es importante para el presidente, sino para el PP. Madrid tiene una importancia estratégica. Pero los madrileños saben que el PSOE ya gobernó en nuestra región durante doce años y los resultados que cosechó. Madrid solo ha progresado cuando ha gobernado el PP.

-¿Qué promete a los madrileños?

-Nada que no pueda cumplir. Me comprometo a mantener la honestidad, la transparencia y la austeridad. Y dentro de ello, queda margen para reducir el aparato burocrático que nos permita mantener los servicios públicos.

-¿Eliminará alguna consejería?

-Probablemente sí haya margen para suprimir algún organismo. La prioridad tiene que ser la sanidad universal, los servicios sociales y la educación pública. Y todo eso, bajando los impuestos como ha hecho Ignacio González.

-¿Cuándo dejará la Delegación?

-Como delegada soy inelegible, por lo tanto en el momento que mi candidatura sea oficial tengo que dejar el cargo. Yo me atendré a lo que diga el Consejo de Ministros.