Alberto Garzón seguirá a Tania Sánchez si IU no pacta con Podemos

La dimisión de la exdiputada, pactada con Garzón , coloca a éste y a su compañero de candidatura en la capital de España, Mauricio Valiente, en una situación delicada al haber librado junto a Sánchez un pulso con la dirección regional que lideran Ángel Pérez y Gregorio Gordo a los que Lara solo expedientó, contra el criterio de sus rivales de que fueran expulsados.

Sin embargo, el PCE si ha forzado la salida de los dos veteranos políticos, decantándose así por la ruptura con el 51% de la representación de IU en Madrid y acabando de paso con casi treinta años de historia en común. Las mismas fuentes sostienen que Garzón, que proviene del PCE, cree que es más útil seguir dando «la batalla desde dentro» , favorecido por la buenas expectavivas electorales certificadas por el CIS de su amigo Pablo Iglesias, su asesor de Comunicación hasta hace un año y medio. Eso sí, ya ha comunicado a su equipo que «si finalmente no se apuesta por la convergencia y la unidad popular como instrumentos para transformar este país», seguirá los pasos de su compañera y amiga integrándose en una candidatura distinta que se da por sentado formará parte de la misma plataforma que Podemos.

Sánchez, que se enfrenta a una posible imputación por tratos de favor a su familia cuando era concejala del municipio de Rivas-Vaciamadrid, comunicó personalmente a Garzón en la tarde del miércoles su decisión de marcharse con la condición de que el candidato nacional, según han declarado a ABC desde IU-Madrid, continuara para que la operación, diseñada hace meses, dé los frutos buscados: la fusión con Podemos con el horizonte de desalojar al PP de Madrid. El joven líder de IU informó a la Ejecutiva de su permanencia pero declaró sentirse «indignado» porque una candidata, «apoyada masivamente» por militantes y simpatizantes en primarias abiertas (obtuvo el 56,5 por ciento de los votos), haya tenido que salir de la organización en lugar de Gordo y Pérez, portavoces de IU en la Asamblea y el Ayuntamiento, «implicados en el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid». Precisamente desde que el pasado viernes la Presidencia Federal no forzara la salida de ambos, las quejas de Garzón y Sánchez han ido en aumento y el ambiente «se ha hecho irrespirable». Era cuestión de días, apunta un miembro de la vieja guardia, que Sánchez se marchara «pues dentro del grupo parlamentario pocos le hablaban y por supuesto ni siquiera se saludaba con Gregorio Gordo». Ayer mismo cargó contra él y Pérez: son -dijo- «la infantería de un modelo nefasto».

No obstante, tanto la dirigente dimisionaria como Garzón no admiten en público su cercanía a Podemos. Sánchez aseguró que no se integrará en esa fuerza; eso sí, sin aclarar su plan, respaldó un proyecto que pueda unir fuerzas con Iglesias. Al otro lado, el dirigente de Podemos le había invitado horas antes a que se uniera al partido populista. «Me encantaría que toda la gente buena asumiera que Podemos es su instrumento», sostuvo quien es además su pareja sentimental.

Despejado el futuro político de Sánchez, sus excompañeros de IU-Madrid apuntan al judicial: «Aunque la renuncia de su acta pueda privarle de la condición de aforada, solo lo hará circunstancialmente ya que, desde un lado u otro, volverá a ser titular de un escaño el 24 de mayo», sostienen.