Podemos contra Podemos

La guerra interna por el poder territorial del partido en Aragón ha desencadenado una guerra en la cúpula de Podemos:Pablo Iglesias contra Pablo Echenique. Los dos eurodiputados, los dos cabezas visibles del nacimiento de un partido que aún no ha cumplido un año de vida.

El distanciamiento entre ambos se fraguó pocos meses después de las elecciones europeas. Comparten escaños en el Parlamento Europeo, pero las diferencias han agrietado la unidad interna.

El proceso que culminó en noviembre con la elección de la cúpula directiva del partido liderada y diseñada por Pablo Iglesias hizo visible ese distanciamiento y Echenique quedó aparcado.

Ahora el pulso se extiende y aflora públicamente con competición abierta entre ambos. Pablo Echenique aspira a hacerse con la secretaría general de Podemos en Aragón y concurrir como cabeza de lista a las próximas elecciones autonómicas de mayo. Pablo Iglesias podía haber optado por permanecer al margen, pero ha decidido intervenir: desea mantener el control de las direcciones territoriales del partido y ha favorecido activamente poner en marcha su maquinaria para competir con Echenique. Lo hace a través de la comunista Violeta Barba, la candidata de Iglesias para dirigir Podemos en Aragón.

Esta semana, Pablo Iglesias ha dado un paso más: de sus mensajes en las redes sociales en favor de Barba frente a Echenique ha pasado a aparecer públicamente haciendo campaña a favor de ella en suelo aragonés. Este miércoles por la tarde se presentó para promocionarla en un acto público de campaña interna en Zaragoza, con el que se pisa el acelerador para que Violeta Barba se imponga en la elección interna para la secretaría regional de Podemos.

La aparición de Pablo Iglesias fue anunciada por el partido a los medios de comunicación a última hora. Se evitó desvelarla hasta el último momento. El acto comenzaba a las siete de la tarde y no fue hasta apenas una hora antes cuando el partido anunció que iba a estar presente el líder de Podemos.

La notoria y pública batalla interna que se ha abierto entre él y Echenique es presentada por Pablo Iglesias como «la belleza del debate», mientras insiste en que el pulso no lo ha desencadenado él, que ha intentado llegar a un acuerdo previo para que no hubiera un enfrentamiento entre candidaturas. Pero afirma que el acuerdo no ha sido posible y que, cuando eso ocurre, toca competir. Para rebajar públicamente la tensión interna, Iglesias insiste en no dar imagen de división: «Es un honor batirnos, no hay por qué esconder que nos queremos mucho y nos respetamos», dice refiriéndose a Echenique.