La Fiscalía pide 12 años de prisión para los yihadistas que reclutaban terroristas en Ceuta

El objetivo final de la organización era «establecer el gran Estado Islámico y la expansión de un gran Califato», basándose en una «interpretación sunita patógena del Islam». Para ello, la red, que fue desarticulada en junio de 2013, estaba conectada a otra célula que funcionaba en Marruecos, según la Fiscalía.

Dos de los acusados por la Fiscalía son considerados los líderes de la red de captación: Karim Abdeselam Mohamed, alias «Marquitos», e Ismail Abdellatif Al Lal, alias «Stifo». Para ellos, el Ministerio Fiscal pide, en su escrito provisional de acusación, doce años de prisión por el delito de integración en organización terrorista en la condición de dirigentes .

Las funciones de los dos «cabecillas» eran complementarias. Abdseselam Mohamed comenzaba las labores de captación desde su domicilio en la barriada del Príncipe de Ceuta , donde fue incautado material de propaganda para la jihad. Se encargaba de adoctrinar y de preparar las gestiones del viaje, incluida la búsqueda de villetes de avión. Abdellatif Al Lal, por su parte, participaba en la parte final del viaje. Según la Fiscalía, «viajó para acompañar y controlar el envío de muyahidines a Siria», llegando hasta la frontera de Turquía con Siria.

A los demás participantes de la organización, la Fiscalía les acusa del supuesto delito de integración en organización terrorista por llevar a cabo actividades de captación de terroristas en Ceuta, adoctrinamiento, así como de coordinación y preparación de los viajes a Siria. Solicita, por ello, una pena de prisión de diez años.

El inicio de las actividades de la supuesta red terrorista comenzó en abril de 2012, cuando el emir Abdelaziz el Mahdali reclutó a 14 yihadistas de nacionalidad española y marroquí que viajaron a Siria, donde crearon un grupo de combatientes. Al menos ocho fallecieron.