El juez decreta libertad con cargos para el padre de Malén por malos tratos a una mujer

Malén nació en Argentina, pero con tres años de edad llegó a la isla junto con sus padres, que se separarían un tiempo después. El núcleo familiar estaba compuesto hasta hace unos meses por ella, su padre y su hermano Bruno, de 12 años de edad. Desde que Alejandro Ortiz se separó de su esposa, Natalia Rodríguez, hace siete años, la relación entre ambos ha sido prácticamente inexistente, salvo por las acusaciones mutuas de malos tratos. Todo ello explicaría por qué no ha sido posible un mínimo acercamiento entre los dos para trabajar conjuntamente en la búsqueda de su hija .

La detención de Alejandro Ortiz se ha producido después de que una mujer presentase días atrás una denuncia ante la Benemérita por presuntos malos tratos físicos, psíquicos y amenazas de muerte. En este contexto, su exesposa podría pedir ahora la custodia de su hijo Bruno.

El padre de Malén se ha hecho muy popular en todo el país en estos últimos meses, tanto por sus intervenciones en distintos canales de televisión pidiendo apoyo para la búsqueda de su hija como por algunas de las iniciativas que ha impulsado. Así, a principios de este año puso en marcha una labor de búsqueda sobre el terreno paralela a la que está realizando la Guardia Civil. Esta iniciativa personal sería abandonada poco tiempo después.

Paralelamente, el hombre anunció que ofrecería 30.000 euros «recogidos entre amigos y familiares» a quien aportase algún «dato concreto» sobre el posible paradero de su hija. Esa cifra fue elevada posteriormente, y ahora el ofrecimiento es de 80.000 euros. Además, desde diciembre la familia y los amigos de Malén se han concentrado ya en diversas ocasiones y han colgado cientos de carteles con su imagen en diversas localidades de Mallorca.

Cabe recordar que el día de su desaparición, Malén salió del instituto en el que estudia y en torno a las tres de la tarde llamó a su novio, Dani, de 17 años, para pedirle si podía ir a comer con él. A continuación, telefoneó a su padre para comunicárselo. Al no localizarle, dejó un mensaje a una de las empleadas que trabajan en el pequeño negocio familiar. Una cámara tiene registrada una imagen de la adolescente tomada poco antes de las cuatro de la tarde de aquel día, en dirección hacia Son Ferrer, donde vive su novio. Sin embargo, en otra cámara próxima ya no aparecía Malén unos pocos instantes después.

A lo largo del último medio año, la niña ha sido buscada literalmente por tierra, mar y aire, en las zonas de Santa Ponça , El Toro, Son Ferrer, Cala Vinyes, Cala Figuera o Magaluf, entre otras. Además, se han seguido posibles pistas en la Península. Por ahora, todo ello sin resultados concretos.

Cuando se cumplieron cinco meses desde la misteriosa desaparición de la joven, la delegada del Gobierno en Baleares, Teresa Palmer, afirmó que «durante este tiempo nunca se ha dejado de investigar este caso y nunca se ha descartado ninguna hipótesis», en referencia implícita a una posible marcha voluntaria o a un posible secuestro. Para Palmer, «la investigación, para ser efectiva, tiene que ser silenciosa». Pese a ello, al inicio de la búsqueda hubo algunas críticas por parte del padre de Malén sobre una posible falta de medios en este sentido.

Palmer también afirmó en esas fechas que la desaparición de Malén era el asunto que más le seguía preocupando a ella y también a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en las Islas, «aunque no hablemos de ello cada día, porque no podemos ni debemos hacerlo».