«Juego de tronos» en el PSOE: Chacón, Page y Madina mantienen viva la incógnita

Hay tres de esos aspirantes, algunos casi sempiternos en las encuestas internas y otros con más posibilidades en el imaginario colectivo que opciones reales de coger el testigo del dirigente cántabro, que todavía no han desvelado su futuro inmediato y mantienen sin despejar las «X» que provoca la nueva ecuación en Ferraz. Se reservan sus opciones para negociar con los simpatizantes y poseedores del carné de la Federación, en caso de llegar a ese congreso extraordinario convocado por el secretario cesante para el próximo mes de julio y en el que más de uno confía en dar la campanada sorpresiva. Algo así como lo que en su día le ocurriese al mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero, que ganó a José Bono en el XXXV Congreso Federal el año 2000 por nueve insulsos y a la vez decisorios votos.

Una incógnita es siempre la verdadera (y oculta) intención de Emiliano García-Page, alcalde de Toledo, quien de repente toma carrerilla para su aspiración al cetro socialista; y otras se detiene con el freno de mano alzado. Hoy el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha ha calificado de «trascendente» el «paso que ha dado el partido» y ha reclamado, como abiertamente lo han hecho también Carme Chacón y Eduardo Madina, «primarias sin duda de ningún tipo» y ya. Para García-Page, que se había mostrado díscolo en sonadas ocasiones con la dirección de su partido, mucha gente estaba aguardando esta marcha de Rubalcaba y ha aprovechado para convocar a los medios de comunicación en la capital manchega mañana miércoles. Este plazo de unas cuantas horas más le permitirá -ha dicho con literalidad- realizar un «análisis más sosegado» de la situación en que la bancarrota de las urnas del domingo ha sumido al feudo socialista.

Chacón se tomó un año sabático para irse a dar clases a una Universidad de Miami como si tuviese una bola de cristal premonitoria de ciertos acontecimientos que a la postre están acaeciendo, sucediéndose uno tras otro como un remolino. En las últimas horas la catalana no duerme en el Nuevo Continente, sino en éste y lo hace para renovar viejos votos. Se van a contraprogramar los aspirantes, puesto que la exministra de Defensa piensa ofrecer en 24 horas una rueda de prensa en Madrid para disparar la expectación a la enésima potencia, como si ya no estuviese por las nubes y sus comparecencias mediáticas (en las que paradójicamente no se prodigaba cuando era la titular de las Fuerzas Armadas españolas) no acumulasen ya los grados de curiosidad suficientes.

Al que no está ni se le espera, por el momento ante un reguero congregado de cámaras, es a Eduardo Madina, pese a que el trabajo en el Congreso de los Diputados ha retornado hoy después del parón debido a los comicios europeos que, pareciendo poco movilizadores en principio para el electorado, han resultado ser de lo más dinámicos en la esfera de los partidos, en particular en las filas socialistas. Madina no dará comparecencia para desengranar sus cartas de forma pública, pero ha aprovechado desde el minuto uno la «ausencia de poder» que dejaba Rubalcaba para, por lo pronto, reclamar primarias abiertas e inminentes y sin necesidad de pasar por el peaje que ha determinado un secretario general que abandona, el de la convocatoria de un Congreso federal para los próximos 18 al 20 de julio.

A sus 39 años, una juventud que muchos achacan de forma peyorativa, se ha limitado a contestar en pleno seísmo socialista: «Solo puedo alinearme con aquellos que creen que la apertura del partido radica en un escenario de futuro». La pregunta que un informador le había dirigido era si será candidato en las primarias. Mutis público, de momento.