Personajes ilustres a los pies de una catedral
Adolfo Suárez ha sido la última personalidad que ha recibido sepultura en un rincón de un templo religioso. Descubre dónde están los restos de Colón, Manuel de Falla y el general Palafox
e. m.
Amparo Illana Elórtegui yacía desde su muerte en 2001 en la Capilla del convento de Mosén Rubí , a escasos 150 metros de la Catedral de Ávila. De ese pequeño rincón donde conviven la arquitectura del último gótico y el Renacimiento, los restos mortales de ... la esposa de Adolfo Suárez fueron exhumados y trasladados a última hora del pasado lunes 24 de marzo al claustro del templo abulense. El primer presidente de la democracia había perecido un día antes y al siguiente iba a recibir sepultura a los pies de la majestuosa seo.
Alfredo Suárez y Amparo Illana reposan juntos desde ese día en esta «privilegiada sepultura», por lo que todos los visitantes de la histórica Catedral de San Salvador podrán detenerse unos minutos ante su lápida en la que reza un lema muy especial y simbólico de quién fue el político que allí se encuentra: «La concordia fue posible».
Suárez se une a la larga lista de personajes ilustres que hallan en rincones religiosos su lugar de descanso eterno. Él, que fue «uno de esos católicos de la vida pública» -como le definió el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, durante la ceremonia de entierro-, había transmitido en una carta dirigida al Cabildo de la Catedral y al entonces prelado su deseo de ser enterrado en este lugar. Si bien, como informó ABC , de acuerdo con lo establecido por la Iglesia en el Concilio Vaticano y recoge el canon 1242 del Código de Derecho Canónico de 1983, «no deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice, de sus propios cardenales u obispos diocesanos, incluso eméritos». La tumba de Suárez-Illana se encuentra por eso en el claustro y no exactamente en el interior del templo, así que no ha habido excepcionalidad en este caso. La petición de Adolfo Suárez fue aprobada por el obispo abulense y refrendada por el Cabildo al cumplirse dos circunstancias: ser una personalidad de especial relevancia pública y que hubiese expresado públicamente su condición de creyente y profundas convicciones cristianas.
Como nota curiosa, el deán del templo abulense, Fernando Gutiérrez, explicó esta semana que el lugar reservado para el enterramiento de Suárez y su esposa -de 2,40 metros de largo por uno de ancho- ya se había preparado «hace tres o cuatro años», coincidiendo con un momento en el que Suárez estuvo ingresado por una recaída en su enfermedad.
El historiador Sánchez Albornoz también está en Ávila
Pero sí hay esas excepciones. Pese a que las normas prohíben los sepulcros en lugares sagrados de todas aquellas personas que no sean ni Papa, ni cardenales u obispos, nuestras catedrales, conventos, iglesias, monasterios y ermitas están repletos de tumbas de reyes y familias de nobles. La mayoría gozó de este privilegio antes de que Carlos III vetara por ley los sepulcros dentro de las Iglesias en 1787 por razones de higiene, pese a que la medida no se aplicó hasta 1804.
Acomodado en la propia Catedral de Ávila y a escasos metros de la tumba de los Suárez-Illana se encuentra el sepulcro de Claudio Sánchez Albornoz, abulense e historiador, que fue presidente entre 1962 y 1971 del Consejo de Ministros de la II República en el exilio.
Dos Reyes fuera del Panteón de El Escorial
Como parte de la dinastía de los Habsburgo descansa en la Catedral de Viena e Isaac Newton y Charles Dickens en la Abadía de Westminster, en España abundan las tumbas y osorios de personalidades localizados en iglesias y catedrales, además de, por descontado, el Panteón de los Reyes de la Cripta Real del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde están los restos de todos los monarcas de España desde Carlos V, excepto dos . Las dos salvedades son Felipe V, que optó por la Colegiata del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso para descansar junto a su segunda esposa, Isabel de Farnesio, y Fernando VI, hijo del anterior, que fue enterrado por expreso deseo en el Real Monasterio de la Visitación de Madrid, más conocido como las Reales Salesas, que había fundado junto a su esposa, Bárbara de Braganza.
Maldonado y «El Cid», en Burgos
En la Catedral de Burgos, por ejemplo, se encuentran los enterramientos del Rey Juan II y de su esposa en la cartuja de Miraflores. En el suelo, junto a la verja de acceso, está sepultado el humanista conquense Juan Maldonado, quien fuera capellán de esta catedral fallecido en 1554; también en el suelo están enterrados el arquitecto alemán Juan de Colonia, fallecido en 1481, y su esposa María Fernández. No obstante, las tumbas más visitadas son las de Rodrigo Díaz de Vivar, «El Cid Campeador», y su mujer Jimena, que fueron sepultados debajo del cimborrio.
Por su parte, en la Catedral de Sevilla comparten espacio los túmulos de Fernando III, rey de Castilla, su hijo Alfonso X El Sabio y hasta Cristóbal Colón con su hijo, Hernando Colón, cuyos restos se ubican en el trascoro. El pintor Barlomé Esteban Murillo también reposa junto a su hijo, el canónigo Gaspar Esteban Murillo.
¿Quién está enterrado en Santiago?
Tanto la tradición como la propia Iglesia Católica afirmaron que los restos de Santiago de Zebedeo son los que los millones de feligreses y peregrinos adoran en la cripta subterránea sita bajo el altar mayor de la Catedral jacobea, en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Pero diversas hipótesis desvían la atención y defienden que a quien acoge el templo de la capital autonómica es al hereje también gallego Prisciliano, ejecutado en el siglo IV en Tréveris (Alemania). Dicha teoría sin demostrar apuntala que los restos fueron trasladados por seguidores del hereje en ruta hasta Galicia.
En Pamplona, se vacía el claustro para instalar urnas de los que así lo deseenEl osario de Santiago Zebedeo se habría perdido durante tres siglos y cuando se redescubrió en 1879, los científicos solo pudieron certificar que se trataba de restos humanos muy antiguos, de un varón. Una corriente heterodoxa defiende que es el obispo místico y hereje ajusticiado en la ciudad natal de Karl Marx, aunque esta hipótesis adolece de falta de rigor. No hay ninguna doctrina demostrada, tampoco la oficial, y las referencias históricas son vagas, pero cada 30 de diciembre se conmemora la traslación de los restos del apóstol y se veneran sus restos en el campo de estrellas o «campus stelae» (Compostela). Éste viene marcado por el traslado del cuerpo de Santiago en una barca avistada en la patria chica de Camilo José Cela, en la villa romana de Iria Flavia (Padrón, La Coruña), proveniente del puerto palestino de Jaffa.
Se democratiza la sepultura en Pamplona
Por su parte, la Catedral pamplonica, cuya fachada neoclásica es una magna obra de Ventura Rodríguez y contrasta con la estética gótica del interior del templo, también alberga a ínclitos personajes: en plena nave central se encuentran los mausoleos de los reyes de Navarra, Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara, de comienzos del siglo XV, una obra que fue confeccionada por el escultor francés Johan Lome de Tournay y que está considerada como una obra maestra de la cultura funeraria.
Como era costumbre en siglos pasados, los reyes eran enterrados en las iglesias por las que se abocaban con especial predilección y tenían un significado singular para su linaje o reinado. Se reparten en la Catedral de Santa María la Real de Pamplona los sepulcros de Thierry Dumont, el Conde de Gages, militar y virrey de Navarra (en el siglo XVIII) y el del militar y guerrillero Francisco Espoz y Mina (fallecido en 1836, siglo XIX). Como nota curiosa, cabe destacar de este templo que durante las excavaciones de los recientes años 90 se halló en el suelo del presbiterio una urna de plomo que contenía una pequeña caja de madera en su interior. Esta caja portaba los restos mortales de Magdalena de Valosi, hermana de Luis XI de Francia y madre de la última Reina de Navarra, Catalina de Foix. Desde finales del año 2010, en esta seo navarra se procede al vaciado del interior del claustro para instalar unos columbarios que alberguen las urnas con las cenizas de las personas que deseen recibir sepultura en la catedral y yacer aquí para siempre, por lo que se ha «democratizado» su uso como lugar de reposo para los feligreses que así lo deseen.
Falla y Pemán, melodía y poesía en Cádiz
Manuel de Falla y José María Pemán son los eminentes gaditanos cuyos restos yacen bajo el templo principal del centro de la Tacita de Plata. La cripta del altar mayor de la Catedral de Cádiz, situada bajo el nivel de mar, fue el rincón escogido para que el compositor y el escritor que dio vida a «La Piconera» reposaran eternamente y fueran admirados, después de muertos, por feligreses y visitantes.
En la imponente Basílica de El Pilar de Zaragoza están enterrados la mayoría de los arzobispos zaragozanos de la Edad Moderna, así como también reposan los cuerpos de San Braulio y del duque de Zaragoza, el general Palafox, entre otros.
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