Los posibles candidatos del PSOE

De 41 años, lleva en política desde que en 1994, con 23, es nombrado secretario general de las Juventudes Socialistas en Huelva y en la legislatura local 95-99 sale elegido concejal en Moguer. En las elecciones autonómicas de 2000, con 28 años, es elegido parlamentario andaluz. Asesor de la Junta de Andalucía desde 1997, llega posteriormente a la Secretaría General del PSOE onubense y, en marzo de 2010, le nombran portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz. Ya en julio de 2012, en el Congreso del PSOE-A, Griñán le aúpa a la Vicesecretaría General.

Al igual que Jiménez, el exlendakari, de 53 años, lleva toda su vida en política. Su padre fue el histórico dirigente Eduardo López Albizu, ‘Lalo’, íntimo amigo de Manuel Chaves. Se afilió a las Juventudes Socialistas con sólo 16 años y dos años más tarde al PSE. Casado con la concejala socialista en Bilbao Begoña Gil, ya se ha reunido con el PSM en Semana Santa , con el valenciano Ximo Puig y está recorriendose las federaciones en busca de apoyos. Pasaba por ser el candidato de Rubalcaba, pero la relación se ha enfriado porque al líder socialista no le han gustado sus últimos movimientos.

La esperanza de esta mujer de 42 años son unas primarias abiertas a simpatizantes, en las que el apoyo de los «aparatos» pierde influencia. En el 38 Congreso, arropada por Zapatero, el PSOE andaluz y el PSC, llegó a apoyarla la mitad del partido, pero ya nada será lo mismo. En febrero se cumplió el año que se había dado para desvelar si concurrirá y todavía no lo ha hecho. Hoy, el socialismo andaluz está en bloque apuntalando a Rubalcaba, hasta nueva orden, y le será difícil reconducir su relaciones son el socialismo catalán, deterioradas tras sus desmarques sobre el «derecho a decidir».

De 37 años, saltó tristemente a la fama en 2002, cuando ETA colocó una bomba-lapa bajo su coche que le segó la pierna. José Luis Rodríguez Zapatero le cobijó bajo su manto político y lo metió en la lista al Congreso de las elecciones de 2004 y, tras los comicios de 2008, le hizo secretario general del Grupo Socialista en la endiablada legislatura de la «geometría variable» para unos pactos parlamentarios imposibles. Zapatero está entre los impulsores de su candidatura. De momento, Madina ha conseguido mantener díficil equilibrio entre su amistad con Chacón y su lealtad a Rubalcaba.