cataluña
El TSJC imputa al número dos de los socialistas catalanes por tráfico de influencias
Fernández y Bustos presionaron para contratar a un exalto cargo del tripartito catalán
ÀLEX GUBERN
El número dos del PSC, ante los tribunales. Una de las derivadas del llamado «caso Mercurio» de corrupción urbanística en Sabadell (Barcelona) llevará al diputado y exsecretario de organización de los socialistas catalanes, Daniel Fernández, ante la Justicia. Así lo acordó ayer el Tribunal Superior ... de Justicia de Cataluña (TSJC), que le acusa de un delito de tráfico de influencias , sin perjuicio de que durante la instrucción puedan apreciarse otros como el de prevaricación y falsedad en documento oficial, según se explica el tribunal en el auto.
Fernández, virtual número dos del partido hasta que se conoció su implicación en el caso, deberá responder por unos hechos que se conocieron con motivo de las escuchas que se realizaron al exalcalde de Sabadell, Manuel Bustos, dentro de la investigación de la trama Mercurio. En las escuchas, adelantadas por ABC, se habría constatado que ambos presionaron a la alcaldesa de Montcada i Reixac (Barcelona), María Elena Pérez (PSC), para que contratara como arquitecto municipal a una exalto cargo del tripartito, Carmina Llumà.
Ya como pieza separada de la causa principal que se instruye en Sabadell, el TSJC ha imputado tanto a Fernández, por su condición de aforado, como al alcalde Bustos, a su hermano Francisco Bustos -concejal socialista en Sabadell- y a la alcaldesa Pérez.
La «niña tonta del culo»
El auto viene a constatar lo que sería un delito de tráfico de influencias de manual, un caso de enchufismo saltándose todos los procedimientos en el que tanto Fernández como los hermanos Bustos se aprovecharon de la «relación de prevalencia» que ejercían sobre la alcaldesa para que «influyera e intercediera» en la contratación de la arquitecta.
La alcaldesa Pérez, a la que en las conversaciones califican de manera despectiva de «niña tonta del culo», se resistió en un primer momento a las presiones -motivo por el que especuló en su momento con que quizás no sería imputada- aunque finalmente sucumbió a las mismas y acabó contratando a la arquitecta Llumà.
«Oye, que cojan a la empresa y al no apta que quiten el no, ¿vale?»El contenido de las conversaciones que son la base de la imputación permite apreciar las maneras más bien prepotentes con las que se conducían los implicados. En una de las conversaciones, por ejemplo, Fernández y Bustos comentan que una empresa especializada en procesos de selección había calificado como «no apta» a la candidata que ellos promocionaban -«nuestra candidata», dicen-, a lo que el diputado del PSC responde: «Oye, que cojan a la empresa y al no apta que quiten el no, ¿vale?».
En las conversaciones se trasluce el malestar de los imputados con los escrúpulos que demostraba la alcaldesa («no te fies porque esta niña...»), a la que parecen despreciar por el tono de sus palabras. Unos y otros tendrán ahora oportunidad de explicarse ante el juez.
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